En víspera del tarifazo, los argentinos analizan este domingo cuánto más pagarán por el alza del costo de la electricidad de hasta 500 por ciento para hogares, y que pudiera llegar a 750 por ciento para comercios e industrias
El aumento que se aplicará a partir de este lunes 1 de febrero se debe a la decisión del gobierno de Mauricio Macri de eliminar los subsidios y facilitar una mayor rentabilidad a las empresas distribuidoras privadas del sector.
En un detallado artículo en Página 12 bajo el titular «El Shock Eléctrico», el comentarista Raúl Dellatorre advierte que «la suba de la luz implicará una caída del 10 al 13 por ciento en el poder adquisitivo del sector más pobre del área metropolitana», que abarca la capital y el conurbano bonaerense.
Eso significa que doscientas mil familias tendrán que pensar en qué rubros recortarán gastos para compensar, y entre el aumento de costos y la obvia caída del consumo -añade- el tarifazo tendrá un impacto seguro sobre la actividad económica, los precios y el empleo.
Y a este primer incremento se sumarán la subida del gas y los transportes y otro ajuste posterior a la electricidad. «El Gobierno ya avisó que le falta eliminar el 60 por ciento del subsidio», señala el analista. Para cerca de cien mil comerciantes, con locales a la calle, le representará un aumento en la factura, que pasará a ser de cuatro a siete veces lo que hasta ahora pagaban.
Los industriales de diversas ramas mientras tanto esperan con ansiedad conocer en los próximos días los números finales para conocer la incidencia en sus costos del brusco aumento, en especial en ramas de uso intensivo de maquinaria eléctrica, como ocurre en algunas ramas químicas o metalmecánicas.
Economistas citados por Dellatorre advierten que el alza de costos para comerciantes e industriales se traspasará por efecto a una carestía de servicios y productos, lo que hará crecer aún más los precios y ya se habla de una inflación del 30 al 40 por ciento en los venideros meses.
Ya el llamado impuesto de ciudad subió en Buenos Aires el 26 por ciento así como el pago de peajes, lo que encarece la circulación vehicular por las autopistas.
Cámaras de comerciantes ya advirtieron que el aumento de los servicios impactará en los precios y los sindicatos avisan que pedirán aumentos salariales de hasta el 40 por ciento en la discusión de los nuevos contratos laborales a partir de febrero.
Citado por el diario Tiempo Argentino, el director ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas, Miguel Calvete, advirtió que «esas subas pueden trasladarse a los precios de los alimentos si no hay una política de fondo que realmente permita sostener los valores en el tiempo».
En este panorama ya los trabajadores de la salud y otros estatales pedirán un alza salarial histórica, mientras el ministro de Finanzas Alfonso Prat-Gray les advirtió que tendrán que «optar entre empleo y salarios».
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