Ciego de Ávila venció 9-4 a Pinar del Río en el primer partido de la gran final del Campeonato cubano de béisbol, y dio un importante paso para revalidar el título del principal certamen deportivo del país
Es un primer paso, solo eso. Todos los partidos son importantes. Hay que mantener la concentración en todo momento. Tenemos que seguir en esta línea para llevarnos el título, declaró el manager de los ganadores, Roger Machado.
Los avileños, vigentes monarcas, salieron delante en el marcador en el mismísimo primer capítulo, en gran medida por el descontrol manifiesto de los pitchers pinareños, quienes, irreconocibles, regalaron cuatro boletos y lanzaron un wildpitch, para propiciar un rally de tres carreras a los dueños de casa.
Una entrada más tarde, en la segunda, los tigres volvieron a la carga y marcaron otro ramillete de tres carreras: las dos primeras impulsadas por el cuarto bate Ariel Borrero, con sencillo al jardín central, y la otra por el antesalista Yeniet Pérez, con elevado de sacrificio.
Hasta entonces todo era fiesta y celebración en el avileño estadio José Ramón Cepero, colmado de público hasta la bandera, sin embargo Pinar resurgió y fabricó un racimo de cuatro anotaciones, todas sucias, en la parte alta del cuarto inning.
La rebelión pinareña tuvo un gran aliado, el jardinero de Ciego de Ávila Guillermo Avilés, quien -con bases llenas y dos outs en la pizarra- cometió un nefasto error en fildeo, al dejar caer un elevado en las profundidades de la pradera izquierda.
Con esa pifia Pinar marcó tres carreras, y luego agregó otra, remolcada por el torpedero Michael González, para meterse de lleno en el desafío, 6-4, y presionar a sus adversarios, en especial al pitcher abridor Vladimir García, de buena actuación hasta entonces.
Pero Ciego de Ávila reaccionó de inmediato y fabricó una anotación en la parte baja de ese mismo cuarto capítulo, impulsada por el tercera base Pérez.
Después de eso las aguas se tranquilizaron y el duelo caminó hasta el séptimo episodio matizado por la hegemonía de García y el segundo relevista de Pinar, el derecho Yaifredo Domínguez.
En el inning de la suerte, Ciego de Ávila agregó dos carreras más para explotar a Domínguez y, de paso, dejar el choque visto para sentencia, 9-4.
Por los ganadores, los mejores bateadores fueron Pérez (doblete, boleto y tres remolques), Borrero (sencillo, par de empujadas y una anotada) y José Adolis García (dos imparables y tres anotadas), mientras por los derrotados sobresalió Michael González (dos sencillos y una impulsada).
El crédito de la victoria correspondió a Vladimir García, su número 13 en postemporadas, en tanto el iniciador de los vegueros, el zurdo Wilber Pérez cargó con el revés, su tercero en playoffs sin victorias.
García se llevó el triunfo al completar siete entradas, en las que permitió siete hits, regaló tres boletos, y admitió cuatro carreras, todas sucias.
Este enfrentamiento es una revancha de la finalísima de la Serie 2010-2011, cuando los vegueros se impusieron a los avileños en seis partidos y se coronaron monarcas nacionales por novena ocasión en la historia del béisbol cubano (después volverían a ganar el cetro en la campaña 2013-2014, su décimo).
Ciego de Ávila busca su tercer título nacional, tras los conquistados en las series 2011-2012 y 2014-2015, en ambas ocasiones bajo la dirección de Machado.
Hasta el momento, los tigres avileños marchan invictos en cinco partidos en esta postemporada, pues a su éxito de hoy tenemos que sumar otros cuatro en línea contra Industriales en la ronda semifinal.
Estos equipos disputarán mañana el segundo partido de la gran final, con un presunto duelo de lanzadores entre los derechos Dachel Duquesne, por los locales, y Vladimir Baños, por los visitantes, aunque el mentor pinareño Jorge Gallardo pudiera enviar al montículo a su principal carta de triunfo, el también diestro Yosvani Torres, con cuatro días de descanso.
Estadio José Ramón Cepero, Ciego de Ávila.
123 456 789 C H E.
-Pinar del Río (0-1) 000 400 000 4 8 3.
-Ciego de Ávila (1-0) 330 100 20x 9 10 2.
Ganó: Vladimir García.
Perdió: Wilber Pérez.
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