El texto fue aprobado el martes por consenso de los cuatro Estados signatarios del Tratado de Asunción y recibió el ‘apoyo expreso’ de Buenos Aires, Brasilia y Asunción, y la abstención de Montevideo.
Esos cuatro países acordaron ejercer en conjunto para este semestre la presidencia del bloque suramericano, que le corresponde asumir a Venezuela, tal y como establecen los protocolos y normas fundacionales.
El vicecanciller explicó que Venezuela tenía un plazo hasta el 12 de agosto para aprobar 300 normas que requiere el bloque de integración suramericano, entre ellas, dijo, el acuerdo de alcance parcial de complementación económica N° 18.
Los países fundadores contemplaron una prórroga hasta el 1 de diciembre de este año y vencido el plazo, si Caracas ‘no aprueba las normativas, contará únicamente con voz dentro del bloque’, dijo Cancela.
El viceministro del Exterior uruguayo anunció que su país participará en las actividades organizadas por la nación caribeña en el marco del Mercosur Social.
Este miércoles, el Partido Comunista de Uruguay (PCU) rechazó la resolución adoptada contra Venezuela por los países fundadores del Mercado Común del Sur y discrepó de la posición de abstenerse del gobierno de Tabaré Vázquez.
La fuerza política calificó de doble rasero el discurso y la práctica de esos gobiernos al referirse a los cuestionamientos de Argentina, Brasil y Paraguay de que el país bolivariano incumplió con las normas de ingreso al Mercosur.
Caracas, mencionó, aún no terminó el complejo proceso de adoptar y cumplir toda la normativa común del mecanismo, pero adelantó ‘más que ningún otro país del bloque’ y mostró su disposición a culminarlo.
Remarcó que esos países ‘tampoco cumplen con toda la normativa’ y los dos primeros registran, en sus prácticas comerciales, flagrantes violaciones a la normativa vigente.
Sobre la abstención del gobierno de Vázquez, el PCU apuntó que el Ejecutivo no avaló la intención de expulsar a Venezuela, ni de impedir que asumiera la presidencia, ni se prestó a las maniobras más burdas de provocación, encabezadas por Paraguay y el gobierno golpista brasileño.
Sin embargo, estimó, que esa línea de conducta queda cuestionada al decidir abstenerse.
El programa del Frente Amplio es meridianamente claro en torno a la defensa de la integración regional como una necesidad del presente, y también, de la perspectiva estratégica, aseguró el Partido Comunista.
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