Un espirituano discapacitado practica el ajedrez de manera autodidacta con resultados nada despreciables
La recién obtenida medalla de plata en el Campeonato Nacional para Discapacitados le confirma a Orestes Cañizares Quiñones la sentencia de que su vida camina, en cierta medida, por un tablero de ajedrez.
Y no es porque viva apegado a este jeroglífico cuadriculado todo el tiempo. De hecho, según él, lo busca a ratos, cuando se lo permite su trabajo en el taller de discapacitados de Sancti Spíritus o cuando, como ahora, se toma algunos momentos en los días previos a la competencia.
“Nunca me preparo, apenas unos 15 días en que consiga a alguien con quién jugar”, admite. Pese a ser autodidacta, reconoce su inclinación por los libros, de donde ha sacado lecciones ajedrecísticas y por donde trata de actualizarse, algo que en esa disciplina resulta imprescindible.
No es porque, a priori, se niegue la posibilidad de estudio. Es que le resulta difícil, sin “una computadora a mano y con mis limitaciones para moverme hacia la lejana EIDE Lino Salabarría”.
A fin de compensar esas “malas jugadas” y también la falta sistemática de competencias anuales, se ha aliado a una estrategia: “Aprendí dos aperturas universales que pueden emplearse contra todo tipo de variante de juego”.
Con esas herramientas ha construido su aval, donde lo más sobresaliente es su participación en el Campeonato Mundial de la ANCI en Mallorca, en 1992.
Su doble condición de débil visual y limitado físico le permite incursionar en eventos de la ANCI y la ACLIFIM, dos asociaciones a las que agradece no solo el aval de su carrera deportiva.
En esa dualidad ha podido armar su cosecha nada despreciable de tres títulos en los campeonatos nacionales de ajedrez de la ANCI y una de oro en los de la ACLIFIM. Es, además, un ganador habitual de preseas plateadas y bronceadas, tanto de manera individual como por equipos, en diferentes torneos nacionales y otros por invitación desarrollados en Holguín y Morón.
También ha podido acceder hasta los segmentos especiales que el prestigioso torneo Capablanca in Memóriam dedica a los discapacitados.
Contrario a la predilección de muchos trebejistas, Orestes ha encontrado en las piezas negras, un aliado eficaz: “Me siento cómodo con ellas, y más confiado porque, como me falta actualización, estoy más a la defensiva. Así tienes que estar presto para ver qué te van a hacer y esperar para realizar un contrataque. Con las blancas estás obligado a entrarle por los ojos al contrario”
Reconoce que varias personas le han dado la mano, entre ellos Fanny Duarte, quien fue vital en el saldo de su última competencia. “Fanny es muy explícito, le preguntaba mucho y siempre estuvo presto a ayudarme”.
Para este espirituano la existencia refuerza el sentido sobre un tablero de ajedrez; “es placentero, grato, es mi vida cotidiana.”
Muchas felicidades Orestico, como le decimos muchos de sus amigos, este hombre siempre fue estudioso, del dominó o de buscar respuestas en Bohemia de aquelas preguntas complejas, es verdad apoyo el comentario de Jose Luis, necesitamos mas prensa de aqui (sancti spiritus), las internacionales o nacionales estan en demas medios de información,
Los que peinamos canas en el pelo que todavia nos queda y,ademas,vivimos lejos de la patra chica,agradecemos este periodismo,en mi humilde opinion ,debia abundar en un periodico regional pues supongo que a los espirituanos les interese mas la gente que nos rodea y lo que pasa en Los Olivos o en Caracuse,mas que lo que sucede en Boswana.Orestes fue mi alumno en materia escolar,pero no me lo tuvo en cuenta en la ultima paliza que me dio,tablero de por medio,en la sala que esta en el parque.Recuerdo su cabellera rubia,gruesos espejuelos y su caracter serio.Su amor al ajadrez son de esos romances que duran toda la vida..Felicidades Orestes,disfruto estos triunfos tuyos tanto com tu..Gracias periodista.