Las lluvias se han convertido en un serio tropiezo para la contienda y Sancti Spíritus cumple el plan de producción al 94 por ciento
La incidencia de las precipitaciones en la zafra azucarera se acrecienta cada vez más, porque de un lado persiste la poca madurez de la caña con su negativo impacto en la producción y, del otro, las lluvias frenan el aprovechamiento industrial tanto que, en el central Melanio Hernández han parado la molida durante 99 horas, el equivalente a cuatro días sin producir, mientras en Uruguay la interrupción totaliza 166 horas, representativo de siete jornadas perdidas de las 43 en operaciones.
De tal escenario se desprende una molida por debajo de lo previsto en cada ingenio y en lo que respecta al rendimiento industrial se enmarcaba este viernes en 8.60 —más de un entero por debajo al plan—, comportamiento derivado de la baja concentración de sacarosa en la materia prima a partir de la alta humedad de los suelos y las elevadas temperaturas, situación que ha llevado a dejar de fabricar más de 4 000 toneladas de azúcar y consumir 48 000 toneladas de caña sin respaldo productivo.
Manuel Pérez Siberia, director de Operaciones de Zafra en la Empresa Azucarera Sancti Spíritus y convertido en una especie de meteorólogo en el intento de articular la cosecha con el clima, señala que las interrupciones provocas por las precipitaciones esta semana son, por su durabilidad, las mayores que ha tenido la campaña, sobre todo en el Uruguay, que detuvo la molida el jueves y calculamos que reanude las operaciones el domingo; Melanio Hernández reinició su trabajo el viernes, explicó.
“Pocas veces se ha visto en Uruguay una parada de tantas horas en un mes de enero por causas de las lluvias”, señaló el especialista, y añadió que se agotaron las posibilidades de mover las fuerzas de corte mecanizado —asumen el grueso del abasto cañero— a lugares menos húmedos, de ahí la necesidad de esperar a que seque el terreno.
Quizá lo único positivo para la cosecha de este régimen lluvioso
—agregó el especialista— es que la caña sigue creciendo y los análisis indican un crecimiento del estimado agrícola en un nivel superior a las 100 000 toneladas.
En medio de tan adverso panorama, el territorio cumple el plan de producción, hasta ayer, al 94 por ciento y, luego de haber consumido el 28 por ciento de la materia prima, reporta ejecutado el 22 por ciento del compromiso azucarero.
Aun con esta situación, precisó la fuente, la provincia figura entre las de mejor comportamiento a nivel nacional, sobresale el trabajo en el frente energético y los centrales se han preparado para moler en condiciones de humedad, algo que se demuestra —aclaró— en la alta calidad de la azúcar producida. “La estrategia es aprovechar al máximo cada respiro que de el clima”, subrayó el directivo.
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