El estelar jardinero espirituano es la bujía que enciende el juego en equipo
Aunque no le gusta ser llamado con ese epíteto, Frederich Cepeda Cruz es el líder natural de los Gallos; no solo por su historia, sino por lo que en términos prácticos puede aportar —y aporta— con la fuerza y el empuje de su madero, sobre todo en la recta final de 12 partidos que deciden la suerte de su equipo. Aclaremos: no es el capitán porque siempre ha rehuido esa chamarreta por disímiles razones. Tampoco quiere decir que de cómo ande Cepeda se puede valorar el desempeño de los Gallos, pero ubicado como cuarto en la alineación está claro que de su brazo depende, muchas veces, la suerte de su gente. Cuando ya los bates comienzan a pesar, Cepeda parece tener el suyo más ligero que el resto. Así acabó literalmente con el pitcheo camagüeyano y sumó dígitos de asombro. En tres partidos, de las 11 veces en que los lanzadores se atrevieron a enfrentarlo, él les conectó nueve hits, de ellos, cuatro jonrones y un doble. Sus 505 de promedio lo mantienen a la cabeza de los bateadores cubanos. Pero no es solo eso; su nombre se repite hasta el cansancio en la mayoría (siete) de los principales departamentos ofensivos. Además del promedio, Cepeda lidera el slugging, con 796, y las bases intencionales, con 13. Marcha, además, segundo en boletos con 39, como cuarto en hits con 47, cuadrangulares con siete, total de bases recorridas, 74, y es octavo en impulsar la carrera del empate o la ventaja, pues lo ha hecho en ocho oportunidades. Su OPS es de 1 448. Sin embargo, no figura entre los primeros en impulsadas pues ha logrado 21, un elemento que le hará falta mejorar en los compromisos que le siguen. Resulta innegable que al compás del bate de Cepeda repica la ofensiva de los Gallos, que aparecen como segundos del país con 309 de average. Pero Cepeda, si bien es la bujía, no es el equipo y eso él se ha encargado de recalcarlo. Del empuje suyo y de todos dependerá que la tropa de José Raúl Delgado se mantenga, de momento, entre los primeros ocho en la tabla, que no tiene nada decidido para ningún equipo, ni siquiera para Pinar del Río, el líder, ya que la ventaja entre uno y otro conjunto es prácticamente imperceptible. Sí, porque luego del triunfo ante Camagüey, los Gallos aparecen con balance de 17 triunfos y 16 reveses y están ubicados en el séptimo-octavo puesto, lo mismo que Granma y Santiago de Cuba, su rival desde este miércoles en el Guillermón Moncada. Los tres están separados del líder a solo cinco juegos y medio. Si bien su bateo responde, aunque no siempre con la misma eficiencia a pesar de los 309 de average colectivo, hará falta que el picheo estabilice la efectividad. Con la encendida que le dieron los camagüeyanos, el picheo espirituano se mantuvo como el segundo de peor con 5.77 PCL. Uno de los departamentos de mayores progresos en la armada de yayabera es la defensa, que se ubica en el séptimo puesto con 975 y por primera vez en la campaña acumulan a menos de un error por juego con 30. Por eso esta es la hora de Cepeda y su combo ofensivo, cuando quedan los 12 partidos que pueden estremecer a Sancti Spíritus.
Me pareció falta de ética deportiva, no pitchearle a Cepeda, en el último juego contra Camaguey, por temor a que igualara el record de Moa o incluso tenía la posibilidad numérica de poder superarlo, esto es contraidtorio, si se tiene en cuenta de que a Frederich, se le había hecho un homenaje por su trayectoria deportiva, en Vertientes en el juego anterior.
Muy bien por esos gallos viejos, que cuesta darlo todo por este equipo y por el pueblo de esta provincia que tanto los admira, desde donde mas grande crecemos y somos es amando el seno de tu familia tu barrio y tu pueblo y tu país.