Aunque los aficionados andan de alas caídas por las derrotas iniciales de la escuadra espirituana, es demasiado pronto para el estrés. La serie apenas comienza
Este viernes los Gallos buscan marcar por primera vez en la casilla de las victorias en la versión 57 de la recién iniciada Serie Nacional de Béisbol y la afición espirituana ya se halaba los pelos por esta “ronca” arrancada de su equipo.
Y es que, pasados los primeros cuatro partidos, Sancti Spíritus era el único equipo sin victorias, mientras otros tres iban incluso, invictos.
Sin restarle argumentos a la preocupación casi generalizada, tampoco es como para tirar la toalla. No sería ni justo ni objetivo, pues cuatro encuentros no marcan tendencia alguna, aunque sí obligan a replantearse elementos tempranamente para mirar la campaña en su conjunto.
Partamos de un hecho: Sancti Spíritus no figura en los planes de muchos para pasar a la segunda fase de la justa. Para romper esa sentencia necesitará de la suma de muchos poquitos que en sus primeras presentaciones no ha enseñado.
Concuerdo con su manager en que fabricar las carreras con que se gana un partido depende de cuanto pueda explotar la rapidez de algunos de sus hombres, ya que carece en líneas generales de bateadores de fuerza. Solo que para lograr tal propósito, los Gallos deben, desde mi modesta opinión, zafar el nudo ofensivo que tiene en su alineación, al menos de la que ha presentado en su debut.
Me explico: después que entran en acción un Rodoleisi Moreno que encaja muy bien como primer bate por sus habilidades para poner la bola en juego y luego echarse a correr, y un Daviel Gómez, que debe reencontrarse con su estilo de bateo donde no priman justamente las conexiones largas a los jardines, el equipo se amarra los pies pues entran en línea, y en los turnos decisivos, los cuatro hombres más lentos de la alineación, entre ellos tres de los más veteranos.
Este es un asunto a no perder de vista por el colectivo que es, a fin de cuentas, el que decide. No creo que cuatro partidos sean para ponerse a sentar, pero sí para ponerse a evaluar. Sin desdorar su calidad demostrada como bateador durante 24 campañas, no puede perderse de vista que la biología no perdona y que quizás hoy Eriel Sánchez no sea el quinto bate que precisan los Gallos y pueda resultar más útil en un turno posterior, sobre todo porque por su ubicación detrás de Frederich Cepeda casi siempre lo pondrán a batear.
Por los números de las últimas campañas, Dunieski Barroso era el único jonronero hasta el viernes, además de que pudiera ocupar ese u otro turno, pues otra interrogante ha caminado sobre el “Huelga” en las primeras jornadas. ¿Será Yunier Mendoza el tercer bate que necesita el equipo cuando no ha sido, históricamente, un remolcador eficiente?
Variantes habrá que buscar. Dos pilares del juego rápido como el robo de bases y el toque de bola han sido los grandes ausentes, lo cual ha determinado que la producción de carreras fuera escasa en la arrancada con 13 anotadas pese a los 38 hits conectados, el quinto equipo que más lo logró, mientras su picheo permitía 5.75 limpias en cuatro encuentros.
Y he aquí un punto rojo. Siempre se dijo que se seguiría con lupa la designación definitiva de los roles en el picheo y, a juzgar por los nombres en nómina, los abridores deben ser los mismos que hasta ahora han salido, como quiera que en líneas generales es un cuerpo marcado por la inexperiencia.
Pero, ojo. Habrá que vigilar su falta de efectividad y el descontrol, pues 21 boletos en cuatro juegos son demasiados para equipos bateadores como Las Tunas y Ciego de Ávila. También se debe perfeccionar la manera de usar a Ángel Peña, un hombre que además de sus años lleva dos campañas fuera del box, aunque me inscribo entre quienes consideran justa su inserción, siempre que en el terreno muestre su recuperación.
Un asunto a resolver con urgencia es la defensa, por donde se puede ir el campeonato. Nueve errores en cuatro partidos y 944 como el peor promedio de la lid es para desvelarse temprano. Sobre la marcha habrá que corregir lo que pareció una falta de proyección estratégica en la sub 23. Si Rodoleisi Moreno se pintaba solo para defender el tercer cojín de los Gallos y para un primer bate que necesita jugar, ¿por qué se usó básicamente en segunda?
En fin, que aunque algunos anden de alas caídas, es demasiado temprano para el estrés. Habrá que darle un voto de confianza al colectivo, que deberá mostrar hasta dónde es consecuente con el enunciado de su manager José Raúl Delgado: “A quienes van a salir de regulares, no le puede caer una pajita en un ojo. Quitamos uno y ponemos otro cuando el juego lo indique porque todos tienen mucha disposición”.
Habrá que esperar a que brote otra de las propuestas: “Lo mío es que salgan a jugar pelota”. De momento, al menos yo, aguardo por esa agresividad y garra en el terreno, que debe ser una divisa diaria y clave en la búsqueda de resultados diferentes, aún cuando la derrota ha sido la gran protagonista de la arrancada de los Gallos, si queremos que la afición ponga su parte en el apoyo emotivo, más allá de que un partido dure cinco horas por cuenta de la lluvia.
Esperemos también que la carretera le traiga otros aires desde que el lunes enfrenten al campeón Granma.
Estuve en el juego inaugural, realmente 10 hit debieron ser suficientes para más de 2 carreras, ayer me alegré por la primera victoria, pero pesan las 4 derrotas. El bateo inoportuno puede dejarnos atados al final de la tabla sobre todo si no se cuenta con una efectiva defensa y el pitcheo no es el mejor. A pesar de todo, los aficionados siguen entrando al estadio y ven a sus muchachos guapear pero necesitan victorias frente a los elencos débiles y arrancarle juegos a los «favoritos»
Por cierto la gastronomía en el estadio está peor que los gallos en este inicio… es de lágrimas, tienen menos opciones para ofertar que los gallos de terminar líderes en la primera etapa. Espero que ambas cosas mejoren, mientras tanto seguiremos apoyando a los nuestros.
Gracias por su acertado comentario Elsa…quizás lo que estaba faltando para obtener nuestra primera victoria.