Elías Fernández Ulloa rememora detalles de las acciones que culminaron el 23 de diciembre de 1958 con la liberación de la cabecera provincial
“Me dicen cuando me entrevistan que diga ‘algo nuevo’ sobre la liberación de Sancti Spíritus, pero yo respondo que la historia es como es y que ‘enriquecerla’ de ese modo equivale a desvirtuarla. Entonces tengo que exprimir la memoria, porque es mucho lo que se ha dicho sobre el tema en estos 59 años”.
Pese a este criterio de Elías Fernández Ulloa, más conocido por Guayabo, combatiente de las fuerzas revolucionarias comandadas por el Che, durante el diálogo Escambray logra detalles poco conocidos de aquella gesta u otros que aportan un enfoque particular acerca de determinados hechos.
Sancti Spíritus celebra su liberación (+fotos)
Diciembre de 1958: La luz de la victoria llegó a Sancti Spíritus
Pongamos por caso la liberación de Banao, que para muchos ocurrió el 20 de diciembre. Sin embargo, Elías dice que fue el 5 de ese mes porque a poco de ser atacado por el grupo al que pertenecía, los guardias y policías que guarnecían el pequeño cuartel salieron huyendo para Sancti Spíritus.
PRIMER PELDAÑO A LA VILLA
“Yo pertenecía al Grupo 1, Pelotón 6 de la tropa al mando del Comandante Ernesto Che Guevara, pero mi jefe directo era el capitán Erasmo Rodríguez, nombre de guerra del líder obrero Armando Acosta Cordero, de larga trayectoria en toda la comarca espirituana.
“Este grupo se formó en Caballete de Casa después del ataque a Banao, el 5 de diciembre de 1958. En Banao participamos, entre otros, Tomás Ulloa (mi primo), Eliseo Reyes (San Luis), los hermanos Enrique y Rogelio Acevedo, Wilfredo Aleaga y Humberto Denis Antúnez, estos cinco últimos, invasores.
“Al poblado llegamos de madrugada y casi de inmediato empezó el fuego, pero no pudimos rendir el cuartelito y cuando comenzó a aclarar tuvimos que retirarnos, pero los soldados y algunos policías y custodios no esperaron un segundo ataque, sino que fueron a refugiarse en el Escuadrón 38 en Sancti Spíritus. El día 20 entran de nuevo en Banao tropas rebeldes…”.
GUASIMAL FUE EL OTRO ESCALÓN
Otro punto nebuloso en la historia es Guasimal, porque Armando Acosta distribuyó sus fuerzas para atacar distintos objetivos en el sur espirituano y no todos los combatientes participaron en cada acción. Guayabo aporta su vivencia: “Después de Banao nuestro grupo sale para Guasimal y en la noche del 16 de diciembre atacamos el cuartel. Allí se formó un gran tiroteo y, en medio de aquello, los soldados lograron escabullirse.
“Armando se percata de que el alumbrado público delataba nuestras posiciones, por lo que con él al frente cogimos la línea de ferrocarril como quien va a Tunas de Zaza y llegamos a la planta eléctrica. El operador estaba profundamente dormido, a pesar del ruido de los disparos, por lo que nuestro jefe le puso el cañón de su M-2 en un costado y lo conminó a apagar el equipo. Cuando regresamos, ya los guardias no estaban, por lo que nuestro jefe dejó algún personal en el cuartel para mantenerlo en nuestras manos”.
SANCTI SPÍRITUS: TAREA PENDIENTE
“Para Armando Acosta había una cardinal tarea pendiente y fue la instrucción del Che de que se aproximara a Sancti Spíritus y, de ser posible, ‘le tirara unos tiritos al cuartel’.
“El 19 de diciembre por la noche cruzamos el Yayabo por el Tenis en una lancha, en grupitos de dos y tres hombres y nos dirigimos a la subplanta eléctrica, cerca del acueducto. Cuando llegamos, le disparé al transformador y empezó a salírsele el aceite y explotó, lo que dejó una parte de la ciudad a oscuras.
“Desde allí salimos hacia el molino arrocero aledaño a la carretera del Jíbaro, en el barrio de Colón, y de ese lugar continuamos para el puente del Balneario, donde el capitán Erasmo nos distribuyó en tres grupos. Uno al mando de Wilfredo Aleaga Rosales, otro encabezado por el también invasor Humberto Denis Antúnez, y el tercero bajo sus órdenes directas.
“El grupo de vanguardia, al que yo pertenecía, liderado por Aleaga, cruzó el puente y continuó por Jesús María, donde encontramos tremendo apoyo del pueblo que gritaba: ‘¡Viva el 26!’, ‘¡Viva el 26!’. Entonces cogimos por la calle Gloria, pasamos la cañada de Mataburro y salimos a la parte de atrás del cuartel, a un costado de la hoy Feria Delio Luna Echemendía.
“Los grupos de Antúnez y Armando también pasaron el puente y subieron por la calle Céspedes hasta la Plaza del Mercado para atacar la Jefatura de Policía, situada en la calle Independencia, desde el Boquete del Coco, pero ya los policías se habían refugiado en el cuartel”.
Es de casi general conocimiento la forma en que se escapan los guardias en la tarde del 23 de diciembre del sitiado Escuadrón 38, durante una tregua, rumbo a Jatibonico, al parecer por un descuido o una mala interpretación por parte de Denis Antúnez, de la orden del capitán Erasmo Rodríguez de impedirlo. Lo que muy pocos saben es que la fuga no terminó ahí.
Elías Fernández refiere: “Un grupo de 12 rebeldes salimos en una camioneta a perseguirlos y casi los alcanzamos. Ocurrió que ya a la altura de la Loma del Santo nos volcamos y yo salí con una herida en la ceja derecha y golpes en distintas partes del cuerpo, por lo que terminé ingresado”.
Guayabo no tardó en perdérseles a los médicos para reincorporarse a los suyos. Cuando llega, Armando está reorganizando la tropa y a su grupo lo sitúa en la intersección de las calles Rosario y Gloria. El capitán Erasmo empezó a caminar por la ciudad y con su verbo proletario y gran facilidad de palabra arengó al pueblo y dio instrucciones a fin de organizar a la gente y garantizar el orden público para continuar con la tarea liberadora.
Elías, hoy con 77 años, no recuerda otra alegría igual, pues aquello fue un aluvión apoteósico de la gente, sumida durante más de seis años bajo el terror y la opresión del batistato. Él coincide con su jefe en un aspecto clave: “A Sancti Spíritus lo liberó el pueblo”.
Guayabo es una enciclopedia en esto del final del gobierno de Batista…. Y lo mejor de sus historias, no busca ni protagonismo
Valioso testimonio aporta el Guayabo sobre la toma de Sancti Spiritus. Se extrañaban testimonios de primera mano por actores directos de esta gesta libertaria. Estos son los testimonios que debemos aprovechar porque se nos están yendo por el paso inevitable de los años.
Armando nos dejo muchas de sus intervenciones, entrevistas, diálogos y sus combatientes, aun vivos, Wilfredo Aleaga (Willy), Denys Antúnez, Yayabo, todavía viven. Escribamos la historia como es y no como la desearían algunos.
Felicidades a Pastor Guzman por esta entrevista. Un periodista que está contribuyendo con su pluma a poner las cosas en claro alrededor de este hecho histórico trascendente para Sancti Spiritus y para toda la nación cubana, ya que el 23 de Diciembre esta era la ciudad mas grande en poder del Ejército Rebelde.