Las alternativas aplicadas en el primer semestre permitieron atenuar ese impacto y lograr adelanto en la producción de miel
Como consecuencia de la sequía los apicultores espirituanos tuvieron que romper en parte sus estrategias de colocación de las colmenas, sobre todo en las costas, llevarlas a zonas con mejor situación en las floraciones y hasta apelar a la alimentación con azúcar, todo lo cual permitió a la rama concluir el primer semestre con la entrega de 230 toneladas de miel, 37 más que lo previsto hasta la fecha.
Según informó a la prensa Nelson Luján, director de la Unidad Empresarial de Base Apícola Sancti Spíritus, por la escasez de precipitaciones en los meses anteriores el mangle no rindió lo esperado en las zonas costeras — es la floración que más aporta durante todo el año—, comportamiento que obligó a regresar las colmenas hacia sus lugares de origen antes de la fecha prevista.
Añadió que la llegada de la lluvia ha permitido un mejor florecimiento de especies como el tocino y el leñatero en las zonas de montaña, situación que aprovechan actualmente los apicultores para que las dotaciones de abejas no pierdan ritmo en la fabricación de la miel, un rubro exportable que sitúa a la provincia entre las principales productoras del país, con más de 800 toneladas en el 2016.
Además de la miel, el sector consigue favorables indicadores en renglones como la cera, con más de 5 100 toneladas, y el propóleo, con 773; en tanto reporta un inventario de 14 125 colmenas y unas 7 800 abejas reinas.
La apicultura espirituana se propone este año fabricar unas 715 toneladas de miel, producción que concentra su mayor parte en el último trimestre, considerada la mejor época para su producción.
Sancti Spíritus acapara también protagonismo a nivel nacional en el área del beneficio, como quiera que la planta radicada en el territorio procesa alrededor del 70 por ciento de la producción de miel en el país y durante el 2016 ese tratamiento sobrepasó las 4 900 toneladas.
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