El vocero de la Armada, Enrique Balbi, precisó que se sigue buscando hasta tener una evidencia más concreta de donde está el San Juan y sus 44 tripulantes
La Armada argentina confirmó este 23 de noviembre la anomalía hidráulica del día en que se perdió el submarino San Juan y la de un evento anómalo, singular, corto, violento y no nuclear consistente con una explosión.
Las esperanzas se desplomaron entre los familiares de los 44 tripulantes del sumergible y muchos de ellos sienten dolor mientras esperan por la noticia menos deseada.
En un parte de prensa, el vocero de la Armada, Enrique Balbi, precisó que se recibió esta información a través del embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, miembro de la organización de control de pruebas nucleares.
Tal agrupación cuenta con una red de estaciones sísmicas hidroacústicas para verificar precisamente la no realización de ensayos nucleares.
Toda esta descripción coincide con la información recibida ayer por Estados Unidos que, en conjunto con otras agencias, enviaron informaciones que coinciden con la anomalía registrada el 15 de noviembre.
Es muy importante porque los dos informes, totalmente diferentes, dan casi el mismo punto y la misma área de 125 kilómetros de radio, enfatizó.
Agregó que tres unidades de la Armada se encuentran desde anoche y patrullan el área junto a dos destructores, y una corbeta para procurar contacto con el submarino.
Este jueves arribaron otras seis unidades de varias nacionalidades que barren y hacen un mapeo en el fondo del mar.
Seguimos buscando hasta tener una evidencia más concreta de donde está el San Juan y nuestros 44 tripulantes. Hasta no tener una evidencia certera no podemos afirmar nada concluyente, remarcó Balbi tras informar que sobre las 19:00 hora local se emitirá otro parte.
Remarcó que por ahora no hay indicios que permitan afirmar que el submarino haya sido atacado de forma intencional.
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