El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, presidió la gala político-cultural que celebró este martes el centenario de la Gran Revolución Socialista de Octubre, en el teatro Karl Marx, en La Habana.
Ante cuatro mil espectadores, en las palabras centrales del acto, el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, subrayó que los fundamentos ideológicos que inspiraron el Socialismo permanecerán siendo faro y guía para la nación cubana.
“Los principios de igualdad, internacionalismo, solidaridad, justicia social, derecho de los pueblos a su autodeterminación, independencia y soberanía, que fueron el sustento de la Revolución de Octubre, continuarán siendo también los nuestros”, recalcó el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
La Unión Soviética que yo conocí
“Cien años después, no se puede negar la inmensa contribución y el legado de la gesta bolchevique, que dio paso a otras grandes revoluciones surgidas pocos años después de la victoria contra el fascismo, como la china, la vietnamita y la cubana”, aseveró el dirigente partidista.
Citó al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, cuando señaló que “sin la Revolución Socialista de Octubre no habría podido constituirse Cuba como el primer país socialista de América Latina”.
Del conductor del proletariado, Vladimir Ilich Lenin, destacó su liderazgo, el mérito de aprovechar un momento de crisis del imperialismo, provocada por su propia guerra, y el crecimiento del movimiento obrero en la Rusia zarista para llevar a cabo la Revolución. La brillante conducción de Lenin propició el triunfo y cambios trascendentales para los oprimidos de este mundo, apuntó.
“Era el hombre que encontraba incomprensiones en su propio entorno, pero a la vez tuvo, como nadie en aquel momento, la mayor comprensión de los humildes, de los obreros, conscientes de que la toma del poder político era la única forma de llevarlos a su emancipación”, subrayó Machado Ventura.
Junto a Raúl, asistieron al homenaje, transmitido en directo por la radio y la televisión nacional, miembros del Buró Político, del Secretariado y del Comité Central, integrantes de los Consejos de Estado y de Ministros, así como otros dirigentes e invitados.
En su discurso, Machado dijo que la gesta bolchevique no solo condujo a la creación del primer estado socialista del mundo, abrió un camino de esperanza al dar paso a un nuevo régimen social, que demostraría que era posible un mundo sin explotadores ni explotados.
“Los acontecimientos que sucedieron a Octubre y la puesta en práctica de la teoría marxista en las condiciones específicas de aquel momento demostraron la pertinencia de la Revolución social mundial para la cual, al decir de Lenin, la rusa era solo el prólogo o un peldaño”, recordó el Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Ante Mikhail L. Kamynin, embajador de la Federación Rusa en la capital cubana y otros representantes del cuerpo diplomático acreditado en la Isla, el vicepresidente dijo que la Revolución rusa de 1917 propició el cambio drástico de la correlación mundial de fuerzas, “demostró que era posible la eliminación de la explotación, que había otras formas de gobierno y de democracia y que existían alternativas más allá de las fórmulas ofrecidas por el capitalismo, generador de guerras y divisiones, avasallador de pueblos y naciones”.
Enumeró los logros de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), que en un período históricamente muy corto y en medio de agresiones militares, económicas y políticas, logró el desarrollo tecnológico e industrial, erradicó el analfabetismo, generalizó la escolarización, alcanzó un elevado nivel científico, aseguró el empleo y la protección social, eliminó la discriminación de la mujer y elevó sus derechos, los de los niños y jóvenes.
Muchos fueron los aportes de aquella gesta que revolucionó al mundo, “pero ninguno más significativo que la derrota del fascismo, por lo que les estaremos agradecidos eternamente”, reconoció Machado.
“El naciente estado socialista hizo realidad los postulados de su Revolución a sangre y fuego. Comenzó a construirse en un país totalmente arruinado, desangrado y bloqueado que requirió duros y heroicos esfuerzos”, aseguró.
Machado comentó cómo la Gran Revolución Socialista de Octubre motivó más allá de sus fronteras. Su influjo y la batalla por el desarrollo multifacético que se libraba, en el que fuera el país imperial más atrasado de su época, llegó a América Latina, donde se difundieron las ideas de la gesta trasformadora y comenzaron a surgir los partidos comunistas, entre ellos, el de Cuba, reafirmó.
“En el Partido Comunista de Cuba y otras agrupaciones revolucionarias cubanas que se enfrentaron al dominio imperialista y a sus cómplices gobiernos de turno estaban presentes, junto a las ideas de Martí, las ideas de la Revolución de Octubre, las ideas del marxismo-leninismo”, resumió con orgullo.
El vicepresidente cubano significó que la Revolución de Octubre fue el primer gran intento de transformación del mundo, de convertir la utopía en realidad, uno de los acontecimientos más trascendentales del siglo XX, que inició una nueva época para la Humanidad.
En el escenario, destacados artistas ofrecieron una selección de obras del arte cubano y ruso, de la épica asociada a la Gran Revolución Socialista de Octubre. El maestro Frank Fernández interpretó “La Ternura”, de Alejandra Pajmatova; el actor Julio César Ramírez declamó fragmentos del poema Vladimir I. Lenin, de Mayakovski y, en los minutos finales, la Orquesta Sinfónica Nacional interpretó la Obertura de la Sinfonía 1812 de Tchaikovski.
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