El creador del portal WikiLeaks, Julian Assange, rechazó que los documentos del Partido Demócrata filtrados en 2016 provinieran de Rusia
De acuerdo con el portal The Hill, Dana Rohrabacher, legislador republicano por California, se convirtió ayer en el primer congresista norteamericano en reunirse con el periodista y activista australiano, quien permanece con asilo político en la embajada de Ecuador en Reino Unido desde 2012.
Rohrabacher informó a The Hill que el diálogo con Assange en Londres se prolongó durante tres horas y abarcó una amplia gama de asuntos, incluyendo la exposición que realizó WikiLeaks de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC) durante las elecciones presidenciales del año pasado.
Assange enfáticamente declaró que los rusos no estaban involucrados en la piratería ni divulgación de esos correos electrónicos, agregó el congresista, quien tendría datos sobre el tema para compartir en privado con el presidente, Donald Trump.
Según el legislador, el creador de WikiLeaks también indicó estar abierto a más discusiones con respecto a información específica, actualmente desconocida para el público, sobre el incidente de los emails del DNC.
Rohrabacher sostuvo que entre las cuestiones que planea tratar con el mandatario republicano a su regreso a Estados Unidos se incluye una petición para que WikiLeaks reciba un asiento en la sala de prensa de la Casa Blanca.
Julian apasionadamente argumentó que WikiLeaks es vital para informar al público acerca de temas polémicos pero necesarios. Como experiodista, yo mismo no puedo ver una razón por la cual no se les debe otorgar el estatus para las conferencias de prensa oficiales, apuntó el representante.
En cuanto a la otra información que debe dar a Trump, añadió que podría difundir más en un futuro próximo, pero que el resto del mensaje es para el gobernante directamente y espera transmitírselo a él a medida que lleguen más detalles.
La cuestión de una presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016 ha marcado la vida política del país desde antes de los comicios de noviembre pasado, y ha sido un asunto central de controversia durante toda la administración actual.
Agencias estadounidenses de inteligencia insisten en que poseen pruebas de esa intromisión, pero tales evidencias no se han hecho públicas.
En la actualidad el Buró Federal de Investigación y comités del Congreso conducen pesquisas sobre ese tema, que también comprende una supuesta complicidad del equipo de campaña de Trump con funcionarios rusos.
Ya en el pasado Assange señaló que Rusia no era la fuente de los materiales filtrados por WikiLeaks.
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