Luisiana está lista para hacer negocios en Cuba, indicó el comisionado del Departamento de Agricultura de ese estado, Mike Strain
‘Nuestros negocios, agricultores y familias merecen la libertad de comprar, vender y viajar a donde lo deseen. A nuestros representantes en Washington: eliminen estas restricciones onerosas; Luisiana está lista para hacer negocios en Cuba’, escribió en un artículo publicado en el diario The Advocate.
A través del texto difundido en el mayor periódico del territorio, Strain destacó que desde el inicio del proceso de normalización de relaciones entre ambos países el 17 de diciembre de 2014 ha habido beneficios para ambas partes.
Pero debido a una ley de Estados Unidos que se aprobó mucho antes, los productores agrícolas norteamericanos se enfrentan a importantes obstáculos para vender alimentos a Cuba, lamentó.
Strain recordó que en el 2000 el Congreso permitió la exportación de productos agrícolas al país antillano, pero con restricciones significativas, como el hecho de que la isla debe pagar en efectivo y por adelantado los productos enviados desde aquí.
‘Cualquiera que haya exportado sabe que no es así como se hacen los negocios. Como resultado de estas restricciones, las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a Cuba han disminuido cada año desde 2009’, apuntó.
A decir del comisionado, mientras los agricultores norteamericanos tengan prohibido ofrecer financiamiento privado, seguirá siendo prácticamente imposible para Luisiana competir por la participación en el mercado cubano.
‘Cuba depende de las importaciones agrícolas para alimentar a su población de más de 11 millones de personas y un creciente número de turistas internacionales’, agregó la autoridad estatal, quien destacó a la nación vecina como un significativo mercado de exportación potencial para su territorio.
Producimos muchas de las principales importaciones agrícolas de Cuba, como soja, arroz, aves de corral y cereales forrajeros; pero, en 2016, los agricultores de Luisiana vendieron al territorio caribeño menos de la mitad de su potencial proyectado, señaló.
Según el comisionado, hay un mercado a solo 90 millas de distancia que podría darle a Luisiana un impulso muy necesario, mientras que la posición estratégica como estado portuario del golfo le permitiría obtener beneficios adicionales de la industria naviera.
Al mismo tiempo, citó estimados de la revista Cuba Trade, de acuerdo con los cuales, si se deroga la prohibición de financiamiento y se permite un comercio sin restricciones, Luisiana podría vender mercancías a Cuba por valor de 302 millones cada año.
‘Esta sería una fuente muy necesaria de nuevos ingresos para un estado que experimenta un déficit presupuestario de mil millones de dólares’, remarcó.
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