El golpe perpetrado contra Dilma Rousseff ha generado una espiral de impunidad para la derecha brasileña
El problema de Brasil no es Lula, sino el golpe perpetrado contra Dilma (Rousseff) y el Presidente que colocaron en su lugar sin haber disputado una elección, afirmó el ex dignatario Luiz Inácio Lula da Silva.
Ante millares de manifestantes que colmaron la emblemática Avenida Paulista para brindarle su apoyo, Lula criticó duramente la situación del país -que se mueve a la deriva- y aseguró que ello podrá ser resuelto solo ‘cuando tengamos un gobierno con credibilidad’.
Este país está sin autoridad y sin credibilidad: el Poder Judicial no cumple su función de garantizar el respeto a la Constitución, el presidente (Michel Temer) no manda en nada y el Congreso no gobierna para el pueblo, señaló.
Interrumpido en numerosas oportunidades por gritos de la multitud clamando ‘Lula, presidente’, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) insistió en que la solución para la aguda crisis por la que atraviesa Brasil es la inmediata convocatoria a elecciones directas.
Si Temer tuviera un mínimo compromiso con el pueblo brasileño renunciaría hoy mismo y convocaría a las urnas con carácter urgente, consideró.
Lula denunció también la tenaz persecución de que es objeto por parte de los fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato y del juez Sergio Moro y comentó que como no logran derrotarlo en la política quieren hacerlo mediante procesos judiciales.
El ex presidente repasó los logros de los gobiernos petistas en la educación, la generación de empleo, la industrialización del país, el desarrollo económico, los derechos de los trabajadores y el prestigio internacional alcanzado, y lamentó que todo eso esté hoy perdido o en riesgo.
Previo a la intervención de Lula en el multitudinario acto, usó de la palabra el líder nacional de la Central Única de los Trabajadores (CUT), Vagner Freitas, quien afirmó que Brasil tiene que ser dirigido por un presidente que tenga la cara del pueblo.
Freitas recalcó además lo que rezaba una gigantesca tela de color verde y amarillo sostenida por los manifestantes y en la cual podía leerse, escrito en letras rojas, ‘Elección sin Lula es fraude’.
La movilización de hoy, convocada por el Frente Brasil Popular con el respaldo de varias centrales sindicales, fue replicada también en Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte, Fortaleza, Porto Alegre, Curitiba y Salvador de Bahía, entre otras ciudades.
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