El Canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, calificó en La Habana de infundada e inaceptable la decisión del gobierno norteamericano de expulsar a 15 diplomáticos de la misión de la Isla en Washington.
En declaraciones a más de 60 medios de comunicación nacionales e internacionales, dijo que es una represalia política la decisión estadounidense, que utiliza como pretexto que el gobierno de Cuba no adoptó todas las medidas adecuadas para prevenir los supuestos incidentes que desde noviembre de 2016 vienen sufriendo funcionarios norteamericanos en la Isla.
EE.UU.: Consideran arbitraria decisión sobre diplomáticos cubanos
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Cancillería de Cuba tilda de precipitada decisión de EE.UU. de retirar sus diplomáticos
Enfatizó en que la medida anunciada por el Gobierno de Estados Unidos, sin que haya resultados investigativos concluyentes ni pruebas de los incidentes que estarían afectando a sus funcionarios en Cuba, tiene un carácter arbitrario y con objetivos eminentemente políticos.
El Ministro instó a las autoridades estadounidenses a no continuar politizando este asunto, lo cual, advirtió, puede provocar una escalada indeseada, y retroceder más las relaciones bilaterales, ya afectadas por el anuncio de una nueva política realizado en junio pasado por el presidente Donald Trump.
Desde la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, Rodríguez Parrilla señaló que es la segunda ocasión, después que el 23 de mayo pasado el Departamento de Estado ordenara a dos diplomáticos cubanos abandonar ese país, en que el Gobierno de Trump responde de manera precipitada, inapropiada e irreflexiva, y sin evidencias sobre los hechos invocados.
Enfatizó que Cuba no tiene responsabilidad alguna en los supuestos ataques, ni posee o está familiarizada con la tecnología que se especula causó las afectaciones, además de que el Gobierno Revolucionario no permitió jamás, ni lo hará, el uso del territorio nacional para actos contra ningún Estado o sus representantes.
Lamentó el Canciller que las medidas adoptadas por la parte norteamericana hayan sido apresuradas, pues no ha concluido la investigación y hasta el momento, ni los expertos cubanos, ni los estadounidenses, han encontrado evidencias que indiquen un responsable de los supuestos incidentes.
La nueva medida del ejecutivo de Trump afecta no solo los vínculos diplomáticos, en particular la cooperación en temas de interés mutuo, y los intercambios de diversa naturaleza, sino también a cientos de miles de cubanos que viven a ambos lados del estrecho de la Florida.
Sobre este último tema respondió a la Agencia Cubana de Noticias que la situación del Consulado de la Isla en Washington es de extrema precariedad, pues solo quedó un funcionario para esos trámites, lo que provoca una afectación a las labores que allí se realizan.
La Mayor de las Antillas ha sido víctima en el pasado de atentados terroristas contra miembros de su personal diplomático, asesinados, desaparecidos, secuestrados o agredidos en el ejercicio de sus funciones, por lo que presta gran importancia a la protección de la integridad de los funcionarios acreditados, en lo cual puede mostrar un historial impecable, aseveró.
Cuba cumple seria y rigurosamente sus obligaciones con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en lo que respecta a la protección de la integridad de los agentes diplomáticos acreditados en el país y sus familiares, sin excepción, aseguró.
Dijo que desde que se supo de los supuestos ataques se reforzaron las medidas de protección de los diplomáticos estadounidenses, sus familiares y residencias, fueron habilitados nuevos canales de comunicación y se creó un comité de expertos para el análisis integral de los hechos, conformado por autoridades policiales, médicos y científicos.
La Embajada de Estados Unidos solo entregó algunos datos de interés sobre los supuestos incidentes, después de que el 21 de febrero, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, reiterara personalmente al Encargado de Negocios de esa Misión diplomática, la importancia de compartir más información y cooperar con las autoridades cubanas.
No obstante, los datos suministrados continuaron careciendo de descripciones o detalles que facilitaran la caracterización de los hechos o la identificación de posibles autores, en caso de haberlos, abundó el funcionario.
Reiteró la voluntad de Cuba de continuar las investigaciones sobre estos hechos, en cualquier condición, y exigió una cooperación más activa y eficiente por parte de las autoridades norteamericanas.
Denunció que no se ha permitido que peritos cubanos, altamente calificados, visiten las residencias donde supuestamente sucedieron los alegados ataques, ni se ha facilitado que médicos y científicos de la Isla tengan acceso a los afectados o al personal que los trata en Estados Unidos.
Cuba calificó el viernes de precipitada la decisión del Departamento de Estado de regresar a Estados Unidos a más del 50 por ciento de su personal en La Habana, por los “riesgos” de seguridad para los diplomáticos de esa nación, a raíz de los supuestos ataques que han sufrido trabajadores estadounidenses en Cuba desde noviembre de 2016, apenas unos días después que Trump ganara las elecciones presidenciales.
Según publica este martes la agencia de noticias norteamericana AP, refiriendo una fuente anónima dentro del Gobierno estadounidense, entre los tentativamente primeros afectados estuvieron miembros de agencias de inteligencia que trabajaban bajo fachada diplomática en la capital cubana.
El Canciller dejó claro sobre este tema que Cuba nunca ha utilizado la cobertura diplomática para realizar labores de inteligencia en EE.UU. y subrayó que ninguno de los 15 funcionarios expulsados han realizado esas labores.
Antes de concluir, el Ministro dijo que si el gobierno de EE.UU aplicara los mismos estándares diplomáticos que utiliza con Cuba, estaría cerrando ahora mismo decenas de sus representaciones diplomáticas en el resto del mundo.
El gobierno norteño emitió igualmente una alerta recomendando a los estadounidenses no viajar a la Isla debido al caso de los supuestos ataques y suspendió la emisión de visas en La Habana por tiempo indefinido, sin ofrecer más detalles al respecto.
Sin que exista una sola evidencia sobre las supuestas agresiones, Estados Unidos ha calificado de ataques los síntomas de su personal: malestar en los oídos y pérdida de audición, mareos, dolores de cabeza, fatiga, trastornos cognitivos y dificultad para dormir.
Las declaraciones del Ministro cubano llegan una semana después de que se reuniera en Washington con el Secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, donde intercambiaron sobre el presunto caso de agresiones a personal estadounidense en La Habana y Rodríguez Parrilla advirtió a su contraparte no tomar decisiones apresuradas que no se sustenten en evidencias ni en resultados investigativos concluyentes.
La expulsión de los 15 diplomáticos cubanos en Estados Unidos representa un importante revés a las relaciones entre ambas naciones, que habían retomado nexos diplomáticos el 20 de julio del 2015, después de medio siglo de hostilidades.
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