Dos artistas visuales de Sancti Spíritus exponen en la Casa de la Guayabera, en el contexto de la Feria Tecnológica
Lección de arte Volumen 0 es el título de la muestra bipersonal que inauguran José A. Rodríguez Ávila y Omar Fernández Galí (Cuti), dos artistas visuales del patio que, entre otras manifestaciones, han hecho del grabado uno de sus medios expresivos por excelencia.
Nuestra provincia no cuenta con una tradición en materia de artes gráficas, siendo muy pocos los grabadores que podemos encontrar a lo largo de su historia cultural. Sin embargo, el rescate y reapertura en fecha reciente de un pequeño taller ha permitido la incorporación de varios creadores, mayormente jóvenes, que se interesan por explorar las prerrogativas de dicha manifestación, asumiéndola con nuevos bríos e interesantes puntos de vista.
Entre esos artífices catalogan José y Cuti. El primero, con sus sugerentes linotipias, inspiradas en motivos iconográficos vinculados a las poéticas desarrolladas por artistas tan reconocidos como Giorgio de Chirico, Salvador Dalí y René Magritte; o con esas composiciones más cercanas al humorismo gráfico, de perfil filosófico y existencial, protagonizadas por caballeros invisibles o figuras inquietantes, resueltas a base de líneas y trazos.
El segundo, gestor de colagrafías abstraccionistas que semejan cortes transversales a organismos unicelulares, recuerda los efectos provocados por los elementos de la naturaleza sobre las superficies expuestas a la intemperie, o nos sumerge en un mundo alucinante pletórico de formas, texturas y colores.
Ambos artistas muestran poéticas individuales y reconocibles, aunque tengan en común el interés por construir imágenes cercanas a lo onírico, a lo extraño o lo surrealista a partir de la experimentación y el rejuego con los fundamentos del dibujo.
Esta muestra también ofrece la particular visión que los dos tienen del arte, o, al menos, de las dinámicas internas que caracterizan a ciertas zonas de lo artístico fundamentadas en la reproductibilidad técnica, los originales múltiples y la simulación.
Por consiguiente, Lección de arte Volumen 0 presupone un guiño irónico a las formas en que se produce, exhibe y comercializan los símbolos, así como un punto de partida, un kilómetro cero para, en el futuro, recorrer otras exposiciones, otras entregas, otras “lecciones” que extraigan a estos creadores de sus zonas de confort y los adentren en terrenos del arte más atractivos, inexplorados e interesantes.
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