Puerto Rico no anda con juegos en el IV Clásico Mundial de Béisbol. Este martes arrancaron la segunda fase con una sólida victoria ante República Dominicana
En una reedición de la final del 2013, los boricuas salieron como si se tratara también del último juego de este torneo, porque arañaron en todas las jugadas, no bajaron la guardia y aprovecharon las escasa brechas del choque para tomar la delantera.
Probablemente esta sea la única manera de derrotar a los quisqueyanos, una novena plagada de sluggers capaces de darle la vuelta a cualquier partido en un abrir y cerrar de ojos. Pero en esta oportunidad no hubo volteretas ni seguidillas de jonrones, el Plátano Power quedó limitado por los serpentineros boricuas.
Los brazos del equipo comandado por Edwin Rodríguez solo permitieron seis jits en toda la ruta, con diez ponches en su cuenta, y aunque otorgaron seis boletos, supieron sacar los outs importantes con corredores en circulación.
Los destinos del choque se marcaron desde el mismo capítulo de apertura, cuando los dominicanos llenaron las bases con un out y con Carlos Santana en el rectángulo ofensivo. El jugador de los Indios de Cleveland soltó una línea al derecho directa a las manos de Eddie Rosario, quien realizó un certero tiro a la mascota de Yadier Molina para sacar out a Jean Segura y salvar una carrera en contra.
Tanto el mentor boricua Edwin Rodríguez como el rival Tony Peña elogiaron la labor de Molina con los arreos, extraordinario en la conducción del pitcheo, los tiros a las bases y también con el madero, pues produjo par de carreras, una de ellas por jonrón solitario directo a las gradas de la banda izquierda.
Justamente la primera del duelo llegó por cohete del máscara de los Cardenales de San Luis, quien remolcó a Francisco Lindor. Pero enseguida Dominicana empató con jonrón polémico de Nelson Cruz por la banda derecha. Su estacazo lo capturó de aire un aficionado sacando levemente las manos hacia el terreno, lo que provocó confusión en los árbitros y el reclamo del alto mando puertorriqueño.
Finalmente, la revisión del video reafirmó el cuadrangular del patrullero de los Marineros de Seattle, un empate transitorio que se mantuvo solo hasta el cuarto. En esa entrada Javier Báez se embasó por error del antesalista Adrián Beltré y anotó por doble de Eddie Rosario, batazo que, coincidentemente, picó y se fue a las gradas, directo a las manos del hombre que había capturado el jonrón de Cruz.
Con la ventaja boricua en la pizarra, sus lanzadores se mostraron muy efectivos. El primer relevista Héctor Santiago liquidó 2.2 innings sin males mayores, y después entró la artillería pesada, con Joe Jiménez, Joseph Colón y Edwin Díaz, tres apagafuegos de gran velocidad, los cuales solo aceptaron un jit en la mitad conclusiva del duelo.
La puntilla del partido la puso Molina con su estacazo de cuatro esquinas en el sexto, contra los envíos de Héctor Neris, primer sustituto del abridor Carlos Martínez.
El partido mucho más caliente de lo que indica el desarrollo del mismo, pues el árbitro de home Will Little tomó algunas decisiones polémicas en los conteos, lo cual provocó protestas de ambos bandos. Pero sobre todo el manager dominicano Tony Peña se molestó mucho en el octavo y fue expulsado.
Con este triunfo Puerto Rico marca primero en la complicada llave de San Diego, donde también competirán Estados Unidos y Venezuela, protagonistas del partido de este miércoles.
Y como quedo el juego????