Con la presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, culminó el proceso de deposición de las armas de las FARC-EP, que mantenían 250 fusiles para la protección de las llamadas zonas veredales (26) en el país
La ceremonia tuvo lugar en zona veredal de Transición y Normalización de Pondores, en el norteño departamento de La Guajira, donde estuvieron a su vez presentes varios miembros del Secretariado del movimiento insurgente, encabezados por Iván Márquez y representantes de los países garantes del proceso de paz, entre ellos de Cuba y Noruega.
En el acto, el jefe de la Misión de las Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault, informó que en total las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejercito del Pueblo entregaron a la ONU ocho mil 112 armas de distintos calibres y un millón 300 mil cartuchos.
El funcionario del organismo internacional agradeció la colaboración de las FARC-EP, que facilitó la ubicación de 873 caletas ocultas donde se encontraban los llamados armamentos inestables, léase explosivos, granadas y otros pertrechos bélicos.
En una breve alocución, el comandante Márquez llamó al gobierno y a todas las fuerzas políticas del país a asumir un compromiso colectivo en el que se proclame que nunca más la guerra se hará presente en Colombia.
Con este paso dado en Pondores, de donde salieron los últimos dos contenedores de la ONU con armas largas, municiones y explosivos para el depósito central ubicado en el centro del país, las zonas veredales pasarán a ser a partir de ahora, áreas de capacitación y reincorporación a la vida civil de los exguerrilleros.
Concluida esa ceremonia, el presidente Santos y la comitiva del gobierno presente, se trasladó a una zona cercana del propio municipio guajiro de Fonseca, para dejar instalada la guarnición que mantendrá la salvaguarda del orden público en aquel territorio.
‘Hoy comienza la construcción de un nuevo país’, manifestó Santos, al poner el candado a la puerta del contenedor con las últimas armas entregadas por las FARC-EP, que a partir del congreso constitutivo como partido político de finales de este mes adoptarían el nombre de Fuerza Alternativa para la Reconciliación de la Nueva Colombia-Esperanza del Pueblo.
‘Aquí estamos viendo que lo imposible fue posible’, añadió el mandatario, quien estuvo acompañado por el Alto Comisionado para la Paz saliente, Sergio Jaramillo y su sucesor en el cargo, Rodrigo Rivera, hasta ahora embajador en Bélgica.
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