El Senado de Colombia decidió archivar el proyecto de reforma política, a pedido del propio gobierno por las modificaciones que le apartaron del espíritu de lo pactado en los acuerdos de paz
Con 67 votos a favor y dos en contra la plenaria del Senado archivó la iniciativa, que en su concepción original buscaba democratizar el sistema político y electoral del país.
‘Es inaceptable una reforma política que no traiga unas reglas que realmente transformen el sistema electoral’, afirmó el ministro del Interior y jefe de la cartera política, Guillermo Rivera.
‘Pasemos la página de esta reforma que no fue la que hubiésemos querido’, sugirió.
Coincidentemente, la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC) había solicitado días atrás que el citado proyecto legislativo no fuera aprobado porque los cambios introducidos eran contrarios al espíritu de lo pactado en la capital cubana.
El objetivo, explicó la FARC, era realizar una reforma política electoral, que contribuyera a sacar al sistema político colombiano de su crisis de legitimidad.
Por tal motivo, entre los acuerdos asumidos en las negociaciones que condujeron a la firma de la paz, se indicó la conformación de una Misión Electoral Especial compuesta por expertos independientes que entregarían una propuesta de reforma política.
Sin embargo, acotó la exguerrilla que de las recomendaciones de la Misión Electoral y de las disposiciones expresamente mencionadas en el punto 2 del Acuerdo de Paz, ya no quedaba prácticamente nada en el proyecto que se estaba examinando en el Congreso.
La reforma, en opinión del ahora partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), fue desfigurada para convertirla en un instrumento ‘hecho a la medida de exigencias y urgencias electorales particulares con miras a la contienda de 2018’.
‘Hoy es un Frankenstein irreconocible: una reforma para legalizar el transfuguismo de los enemigos de la paz’, subrayó la FARC en un comunicado.
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