Un grupo bipartidista de 65 miembros del Congreso de EE.UU. instó al presidente Donald Trump a implementar cambios que permitan vender productos a Cuba tras el paso del huracán Irma
Los legisladores, encabezados por los congresistas demócratas John Conyers (Michigan) y Barbara Lee (California), y los republicanos Rick Crawford (Arkansas) y Tom Emmer (Minnesota), enviaron una carta al mandatario en la que le piden eliminar restricciones a las empresas estadounidenses.
En el texto los congresistas recordaron que Cuba fue particularmente golpeada este mes por el huracán y lo llamaron a dejar a un lado las disputas históricas en este momento. Afortunadamente, hay un cambio simple que se puede hacer y que proporcionaría el apoyo necesario al pueblo cubano, al tiempo que ayudaría a las empresas estadounidenses, agregó la misiva, publicada por Conyers en su página digital.
Esa modificación, precisaron, sería eliminar las restricciones sobre la capacidad de las compañías norteamericanas para exportar los suministros de socorro y reconstrucción necesarios para el gobierno cubano y su pueblo. Agregaron que aunque las actuales regulaciones del Departamento del Tesoro autorizan a las empresas de esta nación a prestar servicios relacionados con la infraestructura en Cuba, las del Departamento de Comercio requieren que las exportaciones sean aprobadas caso por caso.
Las normas de la administración de Barack Obama (2009-2017) permitían licencias solo para la venta de herramientas y materiales de construcción a entidades y edificios privados, excluyendo así las instalaciones públicas tales como escuelas y hospitales, señalaron.
En este momento crítico, manifestaron los legisladores, debemos relajar estas restricciones para permitir que otras entidades apropiadas en Cuba compren los suministros y equipos de socorro y reconstrucción necesarios, incluso si solo fuera temporalmente durante el periodo de recuperación.
Congresistas como las demócratas Yvette Clarke (Nueva York) y Kathy Castor (Florida), y los republicanos Walter Jones (Carolina del Norte) y Ted Poe (Texas) remarcaron el interés de las empresas de este país, tanto grandes como pequeñas, en vender productos a la nación antillana.
Así lo demuestra, según sostuvieron, la formación del Consejo de Negocios de Cuba dirigido por la Cámara de Comercio. ‘Realizar este cambio regulatorio no solo ayudaría al pueblo cubano a reedificar, sino que sería una bendición para las compañías en Estados Unidos que proporcionan buenos trabajos a nuestra gente’.
De acuerdo con los firmantes, incluso antes del paso de Irma por la isla el 90 por ciento de los norteamericanos apoyaba los vínculos comerciales con la mayor de las Antillas.
En este momento difícil para el pueblo cubano, negarle la posibilidad de comprar productos médicos y otros suministros cruciales fabricados en Estados Unidos es cruel y contraproducente. Le instamos a tomar medidas sin más demora’, subrayaron.
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