‘Para Cuba resulta fundamental la adopción de acciones prácticas que permitan avanzar, con la mayor celeridad posible, hacia un instrumento legalmente vinculante que prohíba las armas letales totalmente autónomas’, sostuvo.
De acuerdo con Pedroso, la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales es el foro apropiado para negociar y adoptar ese instrumento de prohibición.
El representante diplomático de la nación caribeña señaló que se requiere un enfoque preventivo, basado en el principio de Precaución, para garantizar la prohibición de las armas autónomas antes de que comiencen a producirse en gran escala y a desplegarse.
El embajador también consideró preocupante el uso creciente, de manera inconsistente con los principios del Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario, de tecnologías militares semi-autónomas.
Ello incluye, por ejemplo, los vehículos militares aéreos de ataque no tripulados o drones, los cuales provocan un número elevadísimo de víctimas civiles, agregó.
Pedroso estimó que la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales es también el foro apropiado para adoptar un instrumento jurídicamente vinculante que regule el uso de estas armas.
En su intervención, el embajador aseguró que Cuba participará constructivamente en las labores del Grupo de Expertos Gubernamentales sobre armas autónomas letales, y trabajará por la continuación del proceso hacia el futuro.
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