Las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín y La Habana acumulan el mayor número de casos de la enfermedad, aunque se reportan personas diagnosticadas en todas los territorios cubanos
La alerta que las autoridades de salud hicieron a la población, desde que a finales del mes de mayo se presentaran casos de conjuntivitis hemorrágica en Cuba, sigue vigente para todo el país, puntualizó el doctor Francisco A. Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.
Si bien las provincias de Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín y La Habana acumulan el mayor número de casos de la enfermedad, hay personas diagnosticadas en todas las provincias, lo que indica que ninguna está exenta de riesgo, informó el especialista.
De acuerdo con el sitio vigilancia en Salud Pública, que integra la red de portales de Infomed, desde el año 2016 se está presentando un brote epidémico de Conjuntivitis Hemorrágica Epidémica (CHE) en países de la región, fundamentalmente en Haití y República Dominicana. Identificada por primera vez en Ghana en el año 1969, en nuestro país la CHE era desconocida hasta el mes de agosto de 1981, cuando se identificaron los primeros casos.
«Esta es una enfermedad muy transmisible, es decir, que se transmite rápidamente mediante el contacto directo o indirecto con el exudado de los ojos infectados; a través de las manos y objetos de uso personal; por gotitas expulsadas de vías respiratorias y por el agua de piscinas mal cloradas, todo lo cual facilita que la CHE se propague en disímiles superficies, y en el medio ambiente en general. Su causa es viral, afecta a todas las edades y cursa de forma epidémica», explicó el doctor Durán García, citado por el diario Granma.
Asimismo, al referirse a otras de las vías de transmisión, el entrevistado mencionó el papel de vectores, como moscas, cucarachas y guasasas, al entrar en contacto con las secreciones y transportarlas a superficies y a las personas sanas.
En ese sentido, también llamó la atención sobre el hecho de que los riesgos de contraer este virus son particularmente altos en los lugares con aglomeración de personas, y en las piscinas que no cuenten con una correcta concentración de cloro.
En la actualización epidemiológica sobre esta enfermedad, el sitio vigilancia en Salud Pública precisa que los agentes infecciosos de las conjuntivitis hemorrágicas son los adenovirus y picornavirus. El tipo de picornavirus más prevalente ha sido clasificado: la variedad del virus Coxsackie A24 y el enterovirus 70.
«En Cuba, justamente es el Coxsackie A-24 el que se ha aislado en casos infectados, el mismo diagnosticado en otros países de la región», apuntó el especialista.
Las características de fácil propagación de la conjuntivitis hemorrágica epidémica hacen que sea muy importante que la población comprenda la importancia de reforzar las acciones y medidas de prevención, fundamentalmente de higiene personal, sobre todo en esta etapa del verano.
Al respecto insistió en el lavado frecuente de las manos, evitar tocarse los ojos, y contribuir al mejoramiento de la higiene para reducir la infestación de los vectores, que como ya se mencionó pueden transmitir este virus.
De igual modo el entrevistado enfatizó en la necesidad de, ante síntomas como la irritación ocular, la sensibilidad a la luz, el lagrimeo, edema de los párpados, enrojecimiento de los ojos y malestar general, que las personas acudan inmediatamente a los servicios de salud y no intenten utilizar remedios caseros que pueden afectar aún más los ojos y contagiar a las personas con las que entran en contacto.
Si bien la conjuntivitis hemorrágica no compromete la agudeza visual, y aunque no es frecuente, sí puede, en caso de no ser atendida, presentar complicaciones como la uveítis (inflamación de la úvea, capa intermedia del ojo entre la retina y la esclerótica, parte blanca del ojo), y la queratitis (inflamación de la córnea), abundó el especialista.
Además, dijo, si la persona enferma no se atiende y aísla los primeros cinco días después de la aparición de los síntomas, que es el periodo en que es transmisible, no solo comprometemos la salud de nuestros ojos, sino los del resto de la población, empezando por nuestros familiares y personas más cercanas.
Aclaró que para el tratamiento de la CHE, no se deben aplicar colirios, ni medicamentos empleados en otros tipos de conjuntivitis, solo fomentos de agua fría.
Este virus, agregó, es más frecuente en áreas costeras de países tropicales con altas temperaturas y humedad; y presenta una mayor ocurrencia en la estación lluviosa. La incidencia en Centroamérica y el Caribe ocurre generalmente entre los meses de septiembre a diciembre.
En Cuba han ocurrido seis epidemias de esta enfermedad, y la última se había reportado en el año 2003, concluyó.
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