Diariamente la joven recorre las calles o comunidades cercanas a este poblado espirituano para llevar los servicios de correo a cada hogar
Entre Paredes y Petronila hay un largo tramo que recorrer, al igual que para llegarse hasta Yagua, Los Alazanes y Jarao. Esas son comunidades rurales, con difícil acceso por las malas condiciones en que se encuentran los caminos; sin embargo, a cada una de ellas se traslada semanalmente la joven cartera Dayana Estrada Macías, cargando un bolso con diversas publicaciones, telegramas, giros o, simplemente, el efectivo para pagar la jubilación o la Seguridad Social a residentes en esa partes de la geografía espirituana.
En su día a día no hay espacio libre, de mañana se la pasa con uniforme de gala detrás del ventanillo recibiendo a los usuarios que prefieren caminar para no perder la costumbre y se llegan hasta el centro de correos; pero en la sección vespertina entonces la rutina se torna diferente.
“Después del medio día me quito el uniforme y me visto de campaña —dice Dayana—, con camisa de mangas largas para protegerme del sol, gorra, un par de tenis y a caminar por las calles de Paredes. En mi recorrido voy de puerta en puerta, a unos les doy el periódico que llega en horas de la mañana y a otros les cobro la electricidad, el recibo del teléfono, les pago la chequera, les vendo una revista o cualquier otra publicación”.
Mientras camina con sus manos llenas de revistas, tabloides, almanaques y hasta postales, siente que sus coterráneos la esperan, algunos la llaman desde el interior del hogar y la joven responde con un saludo cordial y la sonrisa en su rostro.
¿Por qué te hiciste cartera?
Hace 11 años decidí vincularme a esta tarea inspirada en mi mamá que formaba parte de este colectivo, aquí comencé mi adiestramiento, pero luego estudié en la provincia hasta graduarme de técnico de nivel medio en la especialidad de Correos, trabajé en la unidad de Zona 2 en Sancti Spíritus y también en Banao, hasta que me trasladaron nuevamente a mi natal Paredes.
Tras del reordenamiento laboral, quedaron fuera otros compañeros entonces mi contenido se incrementó, asumí las labores del ventanillo y las de cartera a la vez, no te puedo decir que es fácil, porque el tiempo lo tengo bastante apretado, no se trata solo de atender a los residentes en el poblado, sino los de otros asentamientos que pertenecen al mismo Consejo Popular.
¿Cómo cumples todo el contenido del día?
Dedicándole mucho tiempo, con responsabilidad y con la mente puesta en lo que debo hacer. Yo atiendo a 67 suscriptores de periódicos, pago las chequeras a más de 200 personas, sin contar el resto de las prestaciones que también se han incrementado, por ejemplo, antes en Paredes solo existían 27 teléfonos y ahora hay 138, la mayoría los cobro en las propias casas, pero la gran dificultad no está dentro del poblado, sino cuando debo trasladarme a otros sitios distantes, sin tener un transporte; sino dependiendo del tren o de cualquier otro medio que pueda coger. Pero hasta ahora nunca ha existido una queja por demoras en las entregas o mal servicio de mi parte.
¿Y las condiciones del correo?
Son bastante buenas, aunque no tenemos un sistema informatizado, como ocurre en otras partes por lo que debo ir hasta tres veces por semana a Guasimal, donde radica el centro al que me subordino para depositar la recaudación y hacer otras operaciones contables, inclusive, llegarme hasta la ciudad cabecera provincial a debitar los cupones de pagos de la jubilación. Pero cuando uno se organiza las cosas marchan bien, por suerte el carro de Trasval nos trae las publicaciones.
¿A qué aspira Dayana?
A que mis condiciones para trabajar mejoren un poquito, sobre todo que pueda disponer de una bicicleta para llegar rápidamente a cada casa, tengo un suscriptor que vive en el Camino de La Caoba, como a un kilómetro del pueblo y allá me llego para entregarle su periódico. La suerte es que los vecinos me quieren, me respetan y me cuidan, porque saben que, aunque sea de noche, yo voy.
En esta unidad soy la única trabajadora y mensualmente ingreso unos 22 000 pesos por los diferentes servicios que realizo, gracias a mis padres que me ayudan para que no quede mal con los usuarios, pero el oficio de cartera sí que se las trae.
Vamos a ver si entendi, la chica ingresa $22,000 cada mes y ni una bicicleta le pueden dar. Es una verguenza, literalmente una verguenza.
Me mudo pa Paredes y hasta me escribo propiamente diario para tener ese correo diariamente