También se buscan alternativas para conectar el Combinado Industrial Río Zaza a otra fuente de abasto, dado el bajo nivel de agua que queda en ese embalse taguasquense
A la presa Siguaney le quedan apenas unos 748 000 metros cúbicos de agua utilizable. Es el embalse más deprimido de la provincia de Sancti Spíritus, que sufre la peor sequía desde 1931 a la fecha. Por esa razón las autoridades del territorio decidieron desconectar a la Fábrica de Cemento de ese acuatorio, en tanto la dirección de dicha industria labora para activar una batería de pozos existente en las cercanías con miras a garantizar la producción.
Paralelamente las direcciones del Combinado Industrial Río Zaza y Recursos Hidráulicos trabajan en busca de otra variante de abasto de agua a ese complejo industrial, el mayor consumidor de la provincia, medida que incluye activar pozos perforados en el 2015 en las fábricas Láctea y de Conservas de Vegetales, pues esta entidad también se abastece de la presa Siguaney. Sin embargo, la referida industria no cuenta hoy con las bombas para los pozos.
De acuerdo con los controles que lleva la Dirección Comercial de la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado, el Hospital General Universitario Camilo Cienfuegos tuvo un sobregiro de 107 958 metros cúbicos en el 2016, cifra que por la norma de consumo de representa lo que debe gastar en más de cuatro meses. Otro gran derrochador es la Fábrica de Conservas de Vegetales, que se excedió en el equivalente a dos meses y medio. En el actual año continúan ese comportamiento negativo, además, el Hotel Costasur, la Universidad de Ciencias Médicas, la EIDE Lino Salabarría y la Fábrica de Baldosas. Por su parte, a la presa Zaza apenas le queda agua para unos 50 días de entrega a la Arrocera, producción que se verá seriamente afectada; y el embalse Lebrije entraría en apuros para garantizar el abasto al poblado de Jatibonico y el Combinado de Papeles Blancos Panchito Gómez Toro, de extenderse la sequía más allá del 30 de abril.
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