Por ejemplo, mencionó, en la Panamá invadida en 1990, cuando el entonces jefe de gobierno Manuel Noriega se escondía en la Nunciatura, los militares estadounidenses rodearon el lugar y durante días y noches reprodujeron de forma ininterrumpida música heavy metal en altavoces.
Esa táctica, considerada un método de tortura psicológica, terminó por llevar a Noriega a la rendición.
Asimismo, rememoró Lemoine, en 2003 ese método era uno de los más habituales en la cárcel norteamericana en la Base Naval de Guantánamo para torturar a los prisioneros, quienes eran obligados a escuchar hard rock a un volumen insoportable.
Tras el golpe de estado en Honduras en 2009, agregó, el entonces presidente Manuel Zelaya debió refugiarse en la embajada de Brasil y allí fue víctima de emisiones sonoras de alta frecuencia todas las noches, destinadas a desequilibrarlo psicológicamente.
La técnica también fue empleada varias veces para dispersar manifestantes en los propios Estados Unidos, en ocasiones como las protestas durante la cumbre del G20 en la ciudad de Pittsburgh en 2009, y luego en 2014 durante los disturbios en Fergusson por conflictos raciales.
El periodista desempolvó esos hechos al comentar el contexto actual de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, marcado por un recrudecimiento de las hostilidades de Washington hacia La Habana, impulsado por el gobierno de Donald Trump.
En tales circunstancias, agregó, apareció el episodio de los presuntos ataques sónicos que supuestamente han afectado a diplomáticos estadounidenses en la capital cubana, de lo cual hasta ahora no existe ninguna evidencia comprobada.
De cualquier forma, subrayó, el asunto ha sido usado como pretexto para reducir drásticamente el personal de la embajada norteamericana en La Habana, y expulsar a una parte importante de la misión cubana en Washington, recordó el periodista.
‘Los Estados Unidos tienen experiencia en lo referido a este tipo de inconvenientes. En la búsqueda de la verdad, podrían mostrarse más eficientes’, ironizó.
Por otro lado, Lemoine resaltó el apoyo abrumador mostrado por la comunidad internacional en la ONU al fin del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.
‘ÂíYa basta! dijeron cada uno a su manera 191 de 193 países, el 1 de noviembre’, subrayó, en referencia a la votación realizada la semana pasada en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El periodista galo se refirió al impacto de ese cerco en la nación caribeña y a su aplicación extraterritorial, para lo cual mencionó una exhaustiva lista de las multas impuestas a bancos y compañías de numerosos países europeos por mantener relaciones con Cuba.
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