El presidente de una coalición promotora de los vínculos con la isla asegura que la mayoría del pueblo norteamericano desea la normalización de relaciones
El apoyo bipartidista al acercamiento a Cuba se incrementó en EE.UU. durante los últimos dos años y seguiremos viéndolo en el futuro, consideró el presidente de una coalición promotora de los vínculos con la isla.
El titular de Engage Cuba, James Williams, lamentó el anuncio que realizó el presidente Donald Trump el pasado mes sobre la reversión de algunos aspectos de la apertura a la nación caribeña, al cual calificó como un retroceso en el camino hacia la normalización de los nexos bilaterales.
Sin embargo resaltó que, en medio de esa coyuntura, sobresalió el efusivo respaldo a continuar la búsqueda de mayor aproximación al país vecino, con el que Estados Unidos restableció relaciones diplomáticas el 20 de julio de 2015.
Estamos teniendo un diálogo sobre Cuba que no habíamos visto en mucho tiempo, y que es muy diferente incluso al existente hace dos años, manifestó en entrevista con Prensa Latina.
De acuerdo con Williams, ese es un gran logro para los dos países, y para las personas en territorio norteamericano que creen que el acercamiento es el mejor camino después de 55 años de una fallida política de restricciones.
Apuntó que aunque políticos de línea dura quieren revertir las cosas, está claro que el contexto no es el mismo de otros momentos, pues están los pasos dados en temas como el mayor número de estadounidenses que visitan la isla, los viajes de líneas aéreas y cruceros, los intereses de negocios.
Si el gobierno de Trump no se va a enrolar constructivamente en el acercamiento, otros tienen que ocupar el espacio y seguir creando los puentes, sostuvo Williams, cuya organización busca el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la mayor de las Antillas.
‘Creo que estamos viendo eso y que veremos aún más, más miembros del Congreso y gobernadores irán Cuba, así como otras personas que notan un vacío de liderazgo en ese sentido y quieren llenarlo.’
Interrogado sobre el trabajo de la coalición a partir de la decisión del mandatario, refirió que se han enfocado en las regulaciones que deberán conocerse en los próximos meses.
Al firmar el memorando de política hacia Cuba, el gobernante adelantó que se restringirán los viajes de los norteamericanos al país caribeño y se prohibirán las transacciones económicas, comerciales y financieras entre compañías estadounidenses y empresas cubanas vinculadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad, entre otras medidas.
El anuncio del 16 de junio fue un discurso y una directiva de política presidencial, pero la interpretación de cómo se regulará es lo que da el impacto real, explicó Williams.
Según el presidente de Engage Cuba, les interesa que se escuchen las voces del pueblo de la isla, incluido el sector privado, y que no solo se trate de normas trazadas entre bastidores por un grupo de políticos en Washington.
Nuestra esperanza, manifestó, sería que el liderazgo a nivel bipartidista lleve a eso, y que la Casa Blanca, tras pactar antes en las sombras, salga ahora a la vista del público, escuche a expertos de ambos lados para sostener una conversación real.
Ese sería el mejor camino, que los gobiernos puedan sentarse a la mesa y conversar, que los pueblos dialoguen uno con el otro y que el proceso no sea guiado por pocos, agregó.
Pero estimó incierto el papel que lleguen a desempeñar las agencias encargadas de las nuevas medidas, pues ya fueron marginadas en la revisión de la política hacia el país caribeño.
‘¿Tendrán un rol ahora? Espero que sí, su experiencia técnica es esencial para preparar estas regulaciones, pero eso no significa necesariamente que la administración las escuchará’.
Remarcó que Engage Cuba se esfuerza por explicar por qué son importantes las relaciones bilaterales al mayor universo de personas posibles, ya sea en el Capitolio, en la Casa Blanca, las agencias o los gobiernos estatales.
Indicó que la mayoría de los involucrados espera las nuevas directrices para tres meses después del anuncio del presidente, pero cualquier cosa podría pasar hasta entonces, porque las entidades federales acumulan bastantes tareas, problemas de personal y muchos otros temas importantes que atender.
De todos modos, señaló que tienen una ventana de tiempo limitada y que por eso trabajan en la cuestión de los nexos con la nación vecina como si no hubiera mañana.
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