En el texto de 17 páginas el representante comercial Robert Lighthizer expresó que el ejecutivo buscará reducir el déficit comercial mediante un mayor acceso de los bienes fabricados en este país a los mercados de los otros dos territorios incluidos en el convenio.
Según Lighthizer, su nación buscará quitar barreras a las exportaciones estadounidenses a través de la eliminación de subsidios injustos, prácticas que distorsionan el mercado por parte de empresas estatales y onerosas restricciones de propiedad intelectual.
Un mes antes del inicio de la renegociación del Tlcan, que deberá comenzar el 16 de agosto, Lighthizer sostuvo que ‘demasiados estadounidenses se han visto afectados por el cierre de fábricas, los puestos de trabajo que se fueron al extranjero y el incumplimiento de promesas políticas’.
En un mensaje que empleó el mismo tono reiterado en otras ocasiones por Trump, su representante comercial aseguró que se dedicará a buscar un acuerdo ‘justo’.
De acuerdo con el funcionario, propondrán la incorporación de los temas laborales y ambientales al cuerpo central del pacto, y no como los acuerdos paralelos existentes hasta la fecha, además de incluir asuntos nuevos relacionados con el comercio digital y las prácticas regulatorias.
Asimismo, el documento expone que ningún país debería manipular el tipo de cambio para lograr una ventaja competitiva injusta, pese a que Canadá y México no son considerados manipuladores de moneda.
En sentido general, el texto está marcado por la agenda que Trump promueve desde su etapa como candidato, pues el gobernante ha repetido su intención de revertir lo que él ve como un sistema comercial quebrado, pese a que varios economistas creen engañosa esa opinión.
Según el diario The Washington Post, negociadores y abogados estimaron que muchas de las disposiciones incluidas en el plan sobre el Tlcan, entre ellas las relacionadas con los trabajadores y el medio ambiente, parecen sacadas del Acuerdo de Asociación Transpacífico, al cual Trump se opuso fuertemente.
En 2016 Estados Unidos tenía un déficit comercial de 55 mil 600 millones de dólares en bienes y servicios, mientras que con Canadá esta nación registró un superávit de 12 mil 500 millones.
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