Más de 62 000 elementos de techo han sido enviados hacia Baracoa para resarcir los daños ocasionados por el huracán Matthew
Las manos embarradas por el lodo, los cuerpos húmedos, los pies descalzos sobre el suelo resbaladizo y una máquina artesanal, fruto de la creatividad de alguien que no imaginó su trascendencia, ni siquiera el uso tan eficiente que tendría dicho artefacto, a pesar de los muchos años de existencia; son algunas de las imágenes que por estos días quedan en la memoria de quienes se acercan al tejar San Agustín, situado en la zona conocida como Hornos de Cal, en la periferia de Sancti Spíritus.
Y es que el centro, perteneciente a la Empresa Provincial de Producciones de Materiales de la Construcción del Poder Popular, es uno de los dos seleccionados para la fabricación de tejas con destino a Baracoa, la ciudad primada de Cuba, seriamente afectada por el huracán Matthew en octubre del 2016.
Una brigada compuesta básicamente por jóvenes respondió al llamado hecho por las autoridades del territorio de auxiliar con la fabricación de elementos de techo a los damnificados en la zona oriental del país, y sin ninguna experiencia en este tipo de producción accedieron a la tarea, adaptaron el mecanismo de la máquina, que anteriormente se dedicaba a la fabricación de ladrillos, y en solo una semana de preparación comenzaron a hacer tejas, labor que los mantiene activos hasta la fecha.
DEL LADRILLO A LA TEJA
Para Miguel Ángel Iglesias Negrín, administrador del tejar San Agustín, no existe tarea imposible si depende de la voluntad de los hombres. “Ante la urgencia con que se debía realizar la producción conformamos la brigada y adiestramos aquí mismo las fuerzas. Muchos sabían que en un inicio se afectarían salarialmente; porque con la fabricación de ladrillos cobraban más, pero la disposición fue tal que no pensaron en el beneficio económico, sino en el aporte social.
“Desde mediados de octubre comenzamos a producir unas 1 000 tejas criollas diariamente —dice Miguel Ángel—, nada fácil si se tiene en cuenta que todo este proceso se hace manualmente. Al salir de la máquina hay que perfilarlas, colocarlas en los tendales donde reciben el secado natural, voltearlas, llevarlas al horno para la quema, extraerlas del mismo y finalmente situarlas en el transporte que las trasladará al destino final”.
Bien lo sabe Omar Moreno Consuegra, operario de 66 años, considerado como el alma del tejar, no solo por la labor que realiza, sino porque también es el mecánico, el pintor y el de mantenimiento. “Antes era chofer y no imaginaba cuánto de esfuerzo hay en la rama del barro, pero desde que nos dijeron: ‘Hay que hacer tejas, pero ya, para enviarlas a Baracoa’, y viendo las imágenes transmitidas por la televisión, me propuse aprender y lo logré, ahora sé que aunque cada labor tiene su cuota de sacrificio, esta es fuerte y necesaria”.
LOS TRINITARIOS TAMBIÉN CUENTAN
Esther Ramírez Gil, especialista en Seguridad y Protección en la Empresa Productora de Materiales del Poder Popular, explica que no solo los del tejar San Agustín asumen la producción de elementos de techos con destino a Baracoa, también los de Las Mercedes, situado en la ciudad de Trinidad, se suman con la producción de tejas planas o francesas, como se les conoce comúnmente.
“El oficio va de generación en generación —dice Esther—, Trinidad es el único sitio en Cuba donde se hace este tipo de tejas, para lo cual utilizan una máquina de principios del siglo pasado que trabaja a partir de moldes de yeso; aunque el resto del proceso es totalmente manual”.
Para Yoandry Miguel Dita, director en funciones de la empresa, con la solicitud hecha por Baracoa para adquirir cubiertas de barro, la provincia recupera una línea productiva que estaba prácticamente detenida por falta de mercado. “En unos dos meses hemos entregado más de 62 000 tejas, incluidas unas 8 000 para el programa de subsidios para la construcción de viviendas en el municipio de Fomento.
“Ahora se incrementó la demanda desde la provincia de Guantánamo, en alrededor de 300 000 tejas, con lo que estaremos trabajando todo el año, pero también aparecieron solicitudes del producto para la inmobiliaria del Turismo y para La Habana; aunque también entregamos hacia Baracoa tubos y conexiones hidráulicas, celosías, losas y otros elementos fabricados por nuestras unidades productoras”, aclara Yoandry.
Con el sentimiento de plenitud que se experimenta al alcanzar cualquier meta, los trabajadores del barro en la provincia recorren el camino emprendido para llegar, con su humilde contribución, a cada rincón de la ciudad primada de Cuba, donde hoy los techos están más rojos, porque exhiben las tejas nuevas, hechas a mano en tierras espirituanas.
En qué otro lugar se fabrica el bloque de barro hueco, que son dobles y al ponerlo sobre el techo se divide en dos, yo soy de mayabeque y necesito 1500, doble, o si fuera sencilla mejor, entonces serían 3000, pero no tengo como buscarla en la provincia spirituana
Me parece muy excelente la iniciativa que tomaron, para ayudar a sus pueblos. Ahora necesito saber como es la maquina en detalles, para ver si podemos diseñar una, para ayudar a construir con el poder popular una pequeña empresa, con el mismo propósito e interés de ustedes.
Hola, no venden moldes para hacer las tejas?