Los recursos forestales dañados por el huracán Irma han resultado claves para la recuperación de viviendas y otras instalaciones
Donde las palmas se levantan como casas (+ fotos)
Yaguajayenses encuentran cobija (+fotos)
Madera rolliza para viviendas espirituanas afectadas por Irma
Yo me quedo con la tabla de palma (+fotos)
Habría que mirar a los aserríos espirituanos para entender el ritmo de trabajo que se abrió en la rama forestal a raíz del severo daño provocado por el huracán Irma, porque si la recogida inicial de los árboles derribados fue una obra de gigantes, en estas instalaciones quedó a un lado la formalidad de los horarios y prácticamente los operarios solo han tenido una indicación: aserrar cuanto bolo llegue para respaldar la construcción de viviendas en Yaguajay o cualquier otro lugar que se solicite.
“Aserrar es lo mismo en cualquier época, lo que pasa que ahora sabemos la urgencia que existe con esas personas sin viviendas y después del ciclón se impuso un régimen de trabajo que los obreros apenas han tenido tiempo de ir a sus casas”, relató Oscar Baguet Santiesteban, dependiente de madera en el Aserrío Gilberto Zequeira, perteneciente a la Empresa Agroforestal Sancti Spíritus, el que mayores volúmenes ha procesado en toda la provincia.
Hasta el establecimiento ubicado en la barriada espirituana de Colón, han llegado bolos (con un diámetro superior a los 24 centímetros) recogidos en diversas zonas de la provincia, lo mismo recibieron troncos de la Autopista que de la Circunvalante espirituana, la Feria, el Zoológico, Banao, el Entronque de Guasimal, La Yaya, Taguasco, La Sierpe o Yaguajay.
Del establecimiento han salido más de 300 horcones, otro nivel de parales y madera aserrada según lo solicitado para levantar casas y también apoyar la reconstrucción de la infraestructura turística en el litoral de Trinidad. “Lo que no ha dado piezas para las viviendas, se ha usado para fabricar palés para las mercancías”, añadió Oscar Baguet.
RECOGER LO QUE IRMA TUMBÓ
Según datos oficiales hasta noviembre se cuantificaron 715 metros cúbicos de madera en bolos acopiada en zonas no pertenecientes a la Empresa Agroforestal, que han entrado a los aserríos emplazados en Sancti Spíritus, Fomento, Yaguajay y Cabaiguán, los de mayor participación en el procesamiento del recurso.
Antonio Álvarez González, director técnico y de desarrollo en la entidad espirituana, explicó que, por otra parte de las áreas incluidas en el patrimonio de la empresa, se han extraído hasta el pasado mes otros 931 metros cúbicos de madera rolliza (diámetro inferior a los 24 centímetros), la que por su tipología se ha utilizado directamente en la construcción de viviendas, naves y ranchones, según las necesidades de la recuperación.
Precisó el directivo que el principal empleo de los más de 1 600 metros cúbicos de madera en rollo (bolo y rolliza) recogida hasta noviembre del patrimonio dañado por el huracán, ha estado en respaldar la ejecución de las casas en el municipio de Yaguajay y en otras zonas de la provincia.
“Queda madera por extraer que se aprovechará, pero hay otra cifra afectada, fundamentalmente en la montaña, que nunca se podrá recoger por lo inaccesible del lugar, aunque tampoco son volúmenes grandes; ahora, todo el árbol dañado en áreas a las que ha sido posible acceder se ha recogido y se ha tratado de darle el mejor aprovechamiento posible”, señaló Antonio Álvarez.
ASERRÍO SIN DESCANSO
Después que el ciclón apagó sus ráfagas sobre la geografía espirituana, los obreros del aserrío de Colón comprendieron que un huracán de trabajo se les venía encima. “Yo tengo techo, pero hay que ponerse en el lugar de esas familias que perdieron sus casas y, si en nuestras manos está contribuir a esa solución, pues aquí no se puede pensar en la hora ni en el día, por eso el colectivo ha estado activo lo mismo un domingo que entre semana”, comentó Oscar Baguet
Reinaldo Rodríguez, aserrador de madera, asegura que en estos últimos meses si algo ha faltado es el descanso, “porque es un asunto de solidaridad con nuestros compatriotas, sabemos que hay gente necesitada y esperando la madera”.
Para el experimentado operario no ha sido solo la urgencia laboral impuesta por las circunstancias derivadas del paso de Irma, se ha hecho necesario también apelar a cuanta maña enseña el rudo oficio y enfrentar averías en las hojas de corte provocadas por clavos y hasta por una cabilla que venía clavada en la madera y destrozó más de 70 dientes de la hoja.
“El colectivo ha trabajado con mucho sacrificio, no te puedo decir exactamente cuántas casas se pueden hacer con la madera que ha pasado por aquí, pero hemos mandado para Yaguajay muchos horcones, palés y ahora estamos sacando forros; mientras exista madera y necesidad, no vamos a parar”, enfatiza el aserrador y sigue al pie de la máquina que asegura techo a muchas familias espirituanas.
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