Con una tecnología de punta en el taller El Artesano, de Zaza del Medio, se confeccionan guayaberas a clientes de toda Cuba
Cuentan algunos lugareños que el ganadero José González, residente en la hacienda Zaza, fue el primero en usar una camisa holgada, fresca, de mangas largas y con cuatro bolsillos al frente, ideales para llevar la fuma y los avíos más necesarios, la cual fue confeccionada por su esposa Encarnación López, utilizando unas cuantas varas de tela de hilo que le enviaron sus parientes desde Andalucía, España, a través de un paquete de correo.
Dicen los entendidos sobre el tema que pronto el nuevo vestuario fue conocido en toda la jurisdicción espirituana, donde otros campesinos solicitaban a sus comadres la hechura de dicha prenda y luego, cuando los hacendados acudían al puerto de Trinidad para vender barras de guayaba que elaboran de forma manual, llevaban puesta la camisa, que al principio tuvo varias denominaciones como la de yayabera, porque la usaban los residentes en las inmediaciones del río Yayabo, y posteriormente, guayaberas, asociándola a los mercaderes del dulce.
Ya en 1952 Ramón Puig monta una tienda-sastrería en Zaza del Medio para confeccionar distintos tipos de ropa, con el predominio de la guayabera a la que le practica nuevas modificaciones, principalmente en las alforzas y cantidad de botones. Desde aquí salen camisas para toda la isla, incluidas las solicitadas por importantes figuras de la política y la sociedad, empresarios, artistas…, pero fue el propio Puig quien le atribuyó la popularidad, al salir con su auto promocionando el producto por oriente y occidente bajo el eslogan: El mago de la guayabera.
UN SELLO COMERCIAL
Para Anay Cristina Pérez Concepción, la administradora del Taller El Artesano, perteneciente a la Empresa de Producciones Varias de Taguasco, dirigir el colectivo que se encarga de hacer únicamente guayaberas más que un gusto, es un desafío, porque, aunque dispone de un personal capacitado y máquinas de última generación, desde que comenzaron con esta producción, en noviembre del 2016, las demandas crecen por días.
“Tenemos encargos de muchas empresas y organismos de toda Cuba, además de los pedidos que están dirigidos a la venta en los puntos de la Emprova y en unidades del Comercio, nuestros surtidos son lindos, con tejidos frescos y de calidad, con diversos diseños y precios muy accesibles y en moneda nacional”, expresa Anay, ahora estamos tratando de introducirles su sello comercial, que pudiera ser Zaza-Guayaberas haciendo énfasis en lo de la identidad.
En el área de confecciones de la pequeña pero eficiente industria solo se escucha el sonido de las máquinas; un colectivo compuesto por 21 trabajadores, en su mayoría mujeres, se encarga de todo el proceso desde el corte de la tela hasta la terminación.
Martha Hernández Amador, una de las 10 costureras del salón, se aferra a la pieza, que poco a poco cobra forma, con una concentración extrema, porque como bien dice: “Todo cuidado es poco, de lo contrario la prenda no queda bien. Aquí hacemos camisas para hombres y blusas, vestidos o conjuntos de mujer, con diversos diseños y bordados, pero manteniendo siempre la esencia de la línea”.
LA GUAYABERA SE MIRA POR DENTRO
René Mendibur Cañizares es el único hombre costurero del taller. “Desde los 18 años me dedico a la confección de ropas, incluido el diseño, que es lo que más disfruto, pero aquí soy el encargado de darle el acabado a cada prenda, porque en la terminación está el sello que la distingue, es decir, en cada ojal, botonadura y hasta en la revisión, para que no queden hilos ni defectos visibles.
“La guayabera se mira por dentro, antes de revisarla por fuera, los clientes buscan, minuciosamente, cada detalle del acabado, por eso es tan importante esta parte del proceso. Las nuestras son conocidas en muchas partes, recientemente hicimos un envío para el Comité Central y nos llegaron referencias de que hasta el Presidente Raúl elogió la hechura de las mismas”, dice René.
Desandar las áreas del Taller de Confecciones de Zaza del Medio es como ir al encuentro con las raíces de aquella camisa que nació por iniciativa de un ganadero en la hacienda Zaza y hoy se multiplica en muchas formas, tallas, diseños y colores o se exhibe hasta en las Ferias Internacionales de Artesanía (FIART) que cada año se realizan en Cuba.
Pero cuando parecía que la guayabera ya no tedría más aceptación popular se rescató esta línea de producción exclusiva que hoy lidera la Emprova en la provincia, como si se saldaran cuentas con el vestuario que fue a los campos de batallas, subió a importantes escenarios y hoy usan muchos mandatarios; una razón más para que perdure, como símbolo de identidad de los espirituanos, en un museo, único de su tipo en el mundo, con sede en las mismas márgenes del río Yayabo, en Sancti Spíritus.
*Escambray agradece la colaboración de Jorge Luis Gutiérrez Díaz, presidente de la Unión de Historiadores en Zaza del Medio.
He leído muchos articulos respeto Ramón Puig.
En ninguno pone que era el sastre de Batista, porque será?
Estimados buenos días mi nombre es Adriano Dala, soy un inversionista angolano, me gustaría saber que se necesita para tener a la Fábrica de Guayabera de los Palacios como mi proveedor de guayaberas.
Al tanto…
Soy Pastor de la Iglesia del Nazareno en Moncada, Guantánamo: me gustaría usar las elegantes y finas prendas que confeccionan. blanca o amarilla. los tendré presente en algún viaje que haga.
Hola
Me gustaria hacer / comprar unas ropitas para mi con mis medidas. Estoy por la Habana
Favor informar lo que comi debo hacer y los precios
Gracias
Hola: felicitaciones por su trabajo.
Como puedo comprar desde Uruguay, alguna guayabera.
muchas gracias
abrazo
Miguel
excellent trabajo el de estas muchachas
Son de excelente calidad sus confecciones. Quisiera tener sus contactos a fin de comprar para los trabajadores del centro.