El primer vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel inauguró la reunión 56 de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe
El evento, convocado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), conmemoró los 40 años del primer foro que abordó la integración de las féminas al desarrollo económico y social en el área.
Rindió también homenaje a Vilma Espín, quien presidió aquella Conferencia y hasta su fallecimiento lideró la Federación de Mujeres Cubanas.
Según destacó Díaz-Canel, la presente cita en La Habana constituye además un tributo al legado del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, cuyo pensamiento martiano, marxista y humanista otorgó especial atención a las mujeres y a la defensa de sus derechos.
El protagonismo alcanzado por las cubanas en los ámbitos político, social y económico, así como su condición de beneficiarias de las políticas públicas, denotan el patrimonio moral de la revolución, el pensamiento de Fidel y la incesante prédica del presidente Raúl Castro, señaló.
Al decir de la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en un contexto internacional en que los sistemas de producción y consumo tienden a privatizar la riqueza y a socializar los costos, Cuba demuestra que un pueblo unido puede cambiar las estructuras de poder a favor de la justicia y la equidad, pese a sufrir los costos humanos brutales de un bloqueo injusto (impuesto por Estados Unidos).
Bárcena, quien apreció los aportes de Fidel Castro y Vilma Espín, entregó en nombre de la Cepal un reconocimiento a esta nación antillana por la promoción durante décadas de las mujeres y los resultados en diferentes ámbitos.
En opinión de la funcionaria, pese a los avances regionales en términos de género, todavía persisten importantes desigualdades, con expresiones concretas en el acceso al empleo, las remuneraciones salariales, la falta de empoderamiento, la escolarización y el desconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, entre otros aspectos.
La experta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también condenó el embate de la pobreza, la persistencia de la violencia patriarcal y fenómenos como el femenicidio, que agudizan la situación de vulnerabilidad de numerosas latinoamericanas y caribeñas.
De acuerdo con Bárcena, la Conferencia contribuirá a implementar las estrategias encaminadas a romper los nudos estructurales de la desigualdad y al fomento de la equidad de género en la zona, a partir de políticas de gobierno y la intervención ciudadana.
El foro, añadió, aspira a continuar siendo un espacio de negociación y diálogo en pro de avanzar en la construcción de una agenda regional de género.
Entre los temas de análisis estuvieron la implementación de los objetivos de desarrollo sostenible inscritos en la Agenda 2030, aprobada por la Asamblea General de la ONU.
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