La aprobación del presidente norteamericano, Donald Trump, cayó en todos los estados del país desde su toma de posesión en enero pasado
De acuerdo con la encuesta de la empresa Morning Consult divulgada este martes, en 25 de los 50 estados de esta nación y en Washington DC más de la mitad de los votantes dijo desaprobar el desempeño del jefe de la Casa Blanca.
En tanto, suman 12 los territorios en los que más del 50 por ciento de los entrevistados le dio calificaciones positivas.
Trump no ha podido mejorar su posición entre el público en ninguna parte, incluyendo a los estados en los que se impuso con comodidad como candidato republicano durante la elección presidencial de 2016.
La encuesta en línea, basada en entrevistas a 472 mil 32 votantes registrados en cada estado y en esta capital, arrojó que la calificación neta nacional del mandatario cayó 19 puntos desde el 20 de enero, cuando tenía una aprobación 49 por ciento y un rechazo de 39 por ciento.
En septiembre el 43 por ciento de los encuestados se mostró favorable al desempeño del gobernante republicano, mientras que el 52 por ciento desaprobó su labor.
Los demócratas y los independientes representaron gran parte de la espiral descendente: el 84 por ciento de los primeros y el 54 por ciento de los segundos afirmaron en septiembre que rechazan el trabajo del presidente.
Incluso entre los republicanos el índice de aprobación cayó nueve puntos, aunque todavía el 81 por ciento de los votantes del partido rojo lo respaldaba el mes pasado.
El jefe de la Casa Blanca es más popular en Wyoming, donde el 60 por ciento de los electores considera positivo su desempeño, seguido por Virginia Occidental (59%), Alabama (59), Luisiana (57%) y Oklahoma (55%).
Del lado contrario está Washington DC, donde la desaprobación del mandatario es del 77 por ciento), así como Hawái (64%), Massachusetts (63%), y Maryland y Vermont (62%).
Trump da los pasos legales para eliminar ley medioambiental de Obama
El presidente estadunidense, Donald Trump, formalizó este martes la derogación del Plan de Energía Limpia (CPP, por sus siglas en inglés), puesto en marcha por su antecesor Barack Obama para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero.
Como ya había adelantado este lunes que haría, el administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, en inglés), Scott Pruitt, firmó hoy un aviso en el que propone la derogación del CPP.
Esa derogación “facilitará el desarrollo de los recursos energéticos de Estados Unidos y reducirá cargas reguladoras innecesarias”, declaró Pruitt en un comunicado.
Si se elabora una nueva normativa al respecto, se hará “cuidadosa, correctamente y con humildad, escuchando a todos los afectados”, adelantó Pruitt.
Pieza fundamental de los esfuerzos de Obama contra el cambio climático y bloqueado provisionalmente por el Tribunal Supremo de Estados Unidos en febrero de 2016, el expresidente pretendía con ese plan ir reemplazando las centrales eléctricas de carbón por plantas abastecidas con gas natural y energías limpias como la eólica o la solar.
En marzo pasado, Trump firmó una orden que pedía revisar el CPP como primer paso para buscar la independencia energética del país y crear empleos, particularmente en la deprimida industria del carbón.
En un comunicado, del CPP, sobre el que dijo que fue “una amplia e ilegal expansión de la autoridad gubernamental en el sector de la energía” y “devastadora” para la industria del carbón.
Alejandra Núñez, abogada del Sierra Club, el principal grupo medioambiental de Estados Unidos, dijo que la revocación del CPP es “absurda” y “dejará vulnerables a millones de personas expuestas a enfermedades respiratorias y coronarias, y muerte prematura”.
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