No fue registrado por ningún habitante del pueblo, periodista o sismógrafo, pero en Guayos, al parecer, ocurrió un terremoto.
De lo contrario, no podrían explicarse los significativos daños materiales ocasionados en un punto exacto de esa geografía, cuyas réplicas aún provocan estragos.
Quien entra a la escuela primaria Reemberto Abad Alemán de la localidad cabaiguanense se detiene ante el cartel de No pase, que está a la derecha; sobre la cabeza revolotean las golondrinas que han aprovechado la ausencia de las personas para anidar a sus anchas desde hace más de un mes cuando dejó de espantarlas el jolgorio pioneril de casi 300 niños.
Creado en una fecha tan reciente como 2003 y pintado por última vez en 2016, el inmueble formó parte de las inversiones asociadas a la llamada Batalla de Ideas; pero ni siquiera pudo festejar sus 15 años: los ecos de la negligencia aparecen en forma de fisuras y grietas, horizontales y verticales, sobre las paredes de cierre en las fachadas, tanto de la primera como de la segunda planta.
A lo anterior se suman hendiduras y desplazamientos de estructuras que componen la escalera principal, de las dos que existen para acceder hacia 12 de las 13 aulas con que cuenta el seminternado. Pisos hundidos, aceras partidas, humedad en techo y paredes, separación entre muros de cierre y su estructura porticada, figuran también entre las diversas patologías de la edificación que, como en un parte médico, es mejor resumir que el paciente está de cuidados intensivos en vez de continuar enumerándolas.
Porque la escuela es una especie de templo sagrado, donde las primeras generaciones de cubanos tienen el derecho de aprender a leer y escribir, Escambray accedió con detenimiento al informe técnico estructural preliminar elaborado por la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería (EPAI), de Sancti Spiritus, a partir de la información visual recogida por sus profesionales en visitas al establecimiento y que “desenterró” no pocas “innovaciones” aportadas a la arquitectura e ingeniería civil por parte de quienes ejecutaron el inmueble en cuestión y que son la causa fundamental por la que los alumnos del centro educativo hoy reciben clases en las otras dos primarias de Guayos, Ramón Balboa y Otto Parellada, así como en un local perteneciente a la Cooperativa de Créditos y Servicios Jorge Agostini, decisión que fue aprobada por una comisión de salud.
Como medida de contingencia para reubicar a los educandos se unieron los dos grupos del mismo grado escolar en cada escuela, alrededor de 40 niños en total, situación que por más que se esfuercen las maestras complejiza el proceso docente, pues a la insuficiencia del espacio se suman las altas temperaturas de nuestro clima.
Hasta la ubicación de los planos arquitectónicos de la Reemberto Abad clasifica para ser resuelta por el detective Sherlock Holmes: como consecuencia de la desaparición de este elemento habrá que realizar dos levantamientos: uno arquitectónico y otro topográfico, imprescindibles para trazar el proyecto de rehabilitación que devolverá la funcionalidad al edificio.
Si contamos con graduados en materias afines y si el estado cubano invierte miles de pesos en adquirir los materiales necesarios para mejorar la infraestructura del sistema educacional, ¿por qué regresa como un fantasma poderoso la mala calidad? ¿Por qué fallaron las garantías de un proceso donde se supone que responsables a pie de obra deben velar por el cumplimiento de normas técnicas básicas y el correcto empleo de los materiales? Si el terreno no era idóneo, si le correspondía un drenaje exterior diferente, ¿había que buscar un adivino para que lo dedujera?, ¿acaso no existe un procedimiento primario para arribar a esa y otras conclusiones antes de emprender una obra?
¿Inconscientes cívicos o albañiles irresponsables? Cómo calificar a quienes fundieron al trozo pedestales y zapatas; confinaron y compactaron mal el relleno de los pisos sin pensar en consecuencias tan lógicas como la erosión de los cimientos y el hundimiento de las losas y las aceras.
Más que certezas me asaltan dudas, preguntas, suposiciones y me dejan un amargo sabor a impunidad.
Estoy en esa escuela y a los 10
dias del mes de marzo aseguro que no se a hecho nada por favor ayuda
Yane te lucistes con este trabajo, a tu estilo, medio cronicado pero tocando un tema bien terrenal y mejor aterrizado aún… Qué bueno que la UCLV ha rendido buenos frutos eh?? jejejejejejejej.. Se te quiere mucho!!!!
Es triste y doloroso ver en este articulo una vez mas el producto de la mala calidad ejecutiva de algunas de nuestras obras en la construcción. Es producto del desamor, de la falta de control, de la negligencia. Pero lo peor es que no es el unico caso, en el argot constructivo, la chapucería y el mal gusto abundan, el derroche y la indisciplina están en casi todas las obras. Esto es una alarma mas a todos los que de una manera u otra tenemos que ver con la actividad. Bravo por la peridista.
Tiene usted toda la razon del mundo y estoy plenamente de acuerdo con usted el problema es que todo es bla,bla,bla y todo se queda como esta se ha perdido la responsabilidad el interes y todo y los jefes no responden y no pasa nada solo se preocupan por andar en el auto dando muela y basilando no todos pero si la mayoria.Tenemos mucho que aprender de los tan malos capitalistas.
excelente trabajo, continúa haciendo lo mismo y verifica el paseo de marco garcia para que vea como esta, de principio a fin en la arena pues el cemento se perdio.
Exelente trabajo. Todo lo que se hace sin que le duela a quien lo ejecuta adolece de calidad y sentido de pertenencia.
Excelente articulo, se necesita respuesta urgente
Siga a algún camión, de cualquier obra constructiva y verán a los trabajadores bajarse en el recorrido con jabas enormes llenas de cemento, áridos, para no aburrir, llenas de todo, claro que luego se tiene que derrumbar todo