Tanto el Gobierno como el ELN esperan establecer mecanismos de implementación y garantías que vayan en concordancia con lo logrado en el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
El Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) avanzan camino a la fase pública de las negociaciones de paz, desde el pasado sábado 14 de enero ambas delegaciones se encuentran reunidas en Ecuador para establecer los puntos de la agenda que lleve a facilitar el inicio de la fase publica de la negociación.
Las conversaciones se han desarrollado bajo un total hermetismo. Se espera que este lunes se dé el primer pronunciamiento. A pesar del silencio, se ha conocido que entre los primeros puntos tratados se encuentra la liberación de Odin Sanhéz y el nombramiento de los insurgentes que se convertirían en gestores de paz y los que serían indultados.
La sociedad colombiana espera que el primer anunció revele los avances dados hacia la instalación de la fase pública de negociación para dar inicio al desescalamiento del conflicto y se otorguen garantías.
Tanto el Gobierno Colombiano como el ELN esperan establecer mecanismos de implementación y garantías que vayan en concordancia con lo logrado en el proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La idea inicial es identificar puntos en los que pueda existir coordinación y sincronía con lo logrado en Cuba. Hay dos frases que resumen dicha conexidad: la búsqueda de un “nuevo consenso político”, lo que presupone “cambiar la forma de hacer política en Colombia”. La fusión de los procesos no es solo de temas, sino de ritmos de implementación.
Especialistas han indicado que a pesar del diálogo entre el ELN y el Gobierno existen riesgos que podrían llevar al traste el proceso de paz, entre los temas que generan preocupación destacan: el problema de los recursos para la implementación, que también faltan en el caso de las FARC; la persistencia del paramilitarismo, el desgaste del tiempo, tanto del político como del que da la legitimidad del proceso, la falta de una estrategia de comunicación de la mesa.
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