Sancti Spíritus acaba de materializar la mayor plantación de caña de los últimos tiempos y alcanza el compromiso anual
Pese a que el clima se comportó en la primera parte del año poco húmedo y ahora mismo el agua parece sobrar, el territorio espirituano consiguió esta semana un resultado que era imposible vaticinar para una fecha tan temprana como septiembre: sembrar las 8 500 hectáreas planificadas en el calendario anual, a la vez que el almanaque deja espacio para ampliar el nivel de plantación de caña en terrenos que disponen de alternativas de riego.
Elvis González Vasallo, director de la Empresa Azucarera Sancti Spíritus, declaró a Escambray que ese nivel de siembra se inscribe como el más alto de la provincia en los últimos años y constituye una inyección de materia prima para la zafra del 2019, período en que el sector se propone retomar los crecimientos previstos en la proyección cañera-azucarera del territorio, como quiera que la prolongada sequía trajo consigo un descenso en los rendimientos del cultivo y en la fabricación de crudo.
Cumplir un plan anual en el noveno mes de año y en medio de un comportamiento climático que, en materia de lluvia prácticamente ha ido de un extremo a otro, resulta muy complejo en un cultivo como este, pues si bien la falta de humedad causó atraso al programa de plantación en el primer semestre, por otra parte permitió adelantar la preparación de tierra, de ahí que junio cerrara con deudas en la siembra y unas 1 800 hectáreas surcadas.
Precisa el directivo que alrededor del 73 por ciento de la plantación ha sido con el método denominado base ancha, una tecnología que favorece la germinación y el desarrollo; en tanto, el empleo en la provincia de cuatro máquinas sembradoras de caña facilitó acometer de forma mecanizada la mitad de la siembra de frío —3 868 hectáreas— y esa será también la vía a emplear en las más de 1 500 hectáreas que se propone plantar Sancti Spíritus en lo que resta del año en las unidades de El Patio y Las Nuevas, al sur de Jatibonico, así como en áreas del antiguo central avileño Orlando González.
Las máquinas de siembra —tres de ellas fabricadas en la provincia— han dado un magnífico resultado, la germinación es segura, abarata los costos y garantiza buena calidad, subrayó Elvis González.
Habrá un decrecimiento en la zafra del 2018, adelantó el directivo; “tenemos los ojos puestos para buscar la recuperación en la cosecha siguiente, para lo cual nos favorece, además de este elevado nivel de siembra y las nuevas áreas que cubriremos hasta el primer semestre del año próximo, la entrada de equipamiento para atender con mayor integralidad los retoños”, expresó.
“Aun cuando tuvimos daños en infraestructuras y preliminarmente en un 14 por ciento del cultivo, el huracán Irma nos dejó más que lo que nos afectó, porque si no es por el agua del ciclón no pudiéramos sembrar más caña; además, dicen los viejos cañeros: cuando en septiembre las tierras se pudren, preparen los ingenios”, manifestó el director de la Empresa Azucarera Sancti Spíritus.
Los espirituanos una vez más demuestran su gran sentido de pertenencia, contribuyendo con su granito de arena a que la produccion de azucar logre estacionarse donde estaba años atrás, en lo más alto.
Los espirituanos, después de la recuperación, trabajan en cumplir la tarea que garantizará la materia prima para la próxima zafra.