El equipo de Granma conquistó el primer título en la historia de la pelota cubana al barrer a Ciego de Ávila 4-0
Granma consumó una proeza sin precedentes y se convirtió en el decimoctavo campeón del campeonato cubano de béisbol, tras derrotar este 22 de enero 3-2 a Ciego de Ávila y completar así la barrida por 4-0 en la gran final.
Para los Alazanes de Granma este representó su primer título en la historia de la pelota cubana, algo que muy pocos expertos presagiaron en el albor de la temporada, allá por principios de agosto del año pasado.
Además, hicieron realidad la coronación de manera espectacular, con barrida. Anteriormente, solo Pinar del Río (1997), Industriales (2003, 2004) y Santiago de Cuba (2000, 2008) habían logrado subir al trono de esa forma expedita.
La odisea alcanza mayor relevancia si recordamos que los granmenses eliminaron en semifinales a Matanzas, principal favorito al título tras imponer récord de victorias en la temporada (70-20), y ahora en el match por la corona a Ciego de Ávila, campeón nacional en 2012, 2015 y 2016.
En la serie contra los avileños, Granma logró imponerse de visitante en los dos primeros partidos, por 4-3 y 3-2, para posteriormente conquistar el cetro en sus predios del Mártires de Barbados, con triunfos consecutivos 10-1 y 3-2, en los desafíos tres y cuatro.
Para colmo de grandeza, los Alazanes lograron sacudirse con esos cuatro golpes al mentón de su inferioridad ante los Tigres, que habían ganado nueve de los 12 partidos de la campaña regular.
Hoy, frente a cerca de 12 mil fans congregados en el estadio de Bayamo -además de otros miles situados en las afueras de la instalación que siguieron el partido por pantallas gigantes-, Granma y Ciego de Ávila se liaron en un duelo de lanzadores entre el zurdo Leandro Martínez y el derecho Erlys Casanova.
La primera gran amenaza del choque llegó en la parte baja del tercer capítulo, cuando Granma puso hombres en primera y segunda bases, sin out, pero Casanova logró imponerse y dominó a los tres siguientes bateadores, en especial a Yoelkis Céspedes, quien falló su intento de sacrificio en toque de bola.
El intenso sol reinante en Bayamo, la ciudad de los coches, hacía mella en los serpentineros, y los bateadores poco a poco comenzaron a tomar el protagonismo.
Así, en el principio del cuarto inning, Ciego de Ávila tomó el control de las acciones, al fabricar una carrera impulsada por Osvaldo Vázquez, con la cual ‘explotó’ Martínez, quien dejó hombres en primera y segunda sin out. En su lugar entró el derecho César García.
El primer bateador enfrentado, Abdel Civil, se sacrificó en toque y envió los corredores a segunda y tercer, acto seguido Yorelvis Charles recibió boleto intencional, para llenar las bases; y llegó el turno de Valdés.
Y cumplió. Valdés bateó elevado de sacrificio al jardín derecho y trajo la segunda carrera del inning, antes que García dominara a Raúl González para congelar las aspiraciones avileñas de anotar más veces.
El 2-0 parecía que daría una transfusión de coraje a los Tigres, sobre todo a su lanzador, pero los Alazanes tenían las ideas claras: la coronación llegaría hoy sí o sí.
En el cierre del cuarto capítulo, Casanova perdió su habilidad para tirar strikes y regaló tres bases por bolas consecutivas para llenar las bases, sin la sombra de un out. El pitcheo de los campeones defensores hacía aguas.
Lógicamente, el mentor avileño Roger Machado decidió extraer a su abridor del montículo y envió al ruedo al diestro José Ángel García, líder de juegos salvados en la historia del béisbol cubano, pero inactivo desde el pasado día 9 de enero.
García entró mal y transfirió por boleto a Carlos Benítez, quien remolcó así la primera carrera granmense, pero a continuación obligó a Guillermo Avilés a batear para doble-play (L-C-1B) y dominó a Frank Camilo Morejón sin contratiempos para cerrar el inning con daños mínimos.
El 2-1 mantenía a Ciego de Ávila con opciones de victoria, sin embargo, el destino ya había dictado sentencia, aunque, obvio, nadie lo sabía.
Así el partido avanzó aceleradamente hasta el final del séptimo capítulo, cuando Granma logró empatar las acciones por sencillo impulsor de Céspedes, el único hombre del país que ha jugado todos los partidos de la temporada y los playoffs.
Acto seguido, en la parte alta del octavo inning, el manager granmense Carlos Martí cambió sus piezas: puso a su mejor relevista, el derecho Miguel Lahera, en sustitución de César García, de excelente actuación en la jornada. Era puro ajedrez el partido.
Y entonces llegó la sentencia.
José Ángel García perdió el control en el principio del octavo episodio y regaló tres bases por bolas al hilo, para llenas las bases y dejar la escena lista para Avilés, quien llevaba un doble, un triple y tres cuadrangulares y 12 impulsadas en los playoffs.
Machado quitó a José Ángel y puso a Dachel Duquesne, el defenestrado abridor del juego de ayer (había explotado en el primer inning, sin sacar outs, además de haber admitido un hit, propinado un pelotazo y regalado dos boletos).
Y ganó Avilés. El inicialista de Granma disparó elevado de sacrificio a lo profundo del jardín izquierdo e impulsó desde tercera base a Alfredo Despaigne con la ventaja 3-2.
Del resto se encargó Lahera, quien cerró a todo tren el noveno inning, a pesar de tener problemas en una de sus piernas.
Finalmente, Lahera se llevó el triunfo, su segundo en la gran final. El derecho de 31 años tiró dos entradas sin admitir carreras ante la poderosa artillería de los campeones.
Además de Martí, con su exquisita dirección, los héroes de mayor envergadura en esta coronación inédita fueron Alfredo Despaigne, Carlos Benítez, Avilés, y los lanzadores Lázaro Blanco, Noelvis Entenza y Lahera.
Ya es un hecho. La quimera se hizo realidad y Granma es campeón de Cuba. Los Alazanes son los décimoctavos ocupantes del trono de la pelota nacional.
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Resultado:
Estadio Mártires de Barbados, Bayamo, Cuba. 123 456 789 C H E.
-Ciego de Ávila (4-6) 000 200 000 2 7 1.
-Granma (8-3) 000 100 11x 3 4 0.
Ganó: Miguel Lahera.
Perdió: José A. García.
Es bueno conocer sobre la pelota nacional, pero considero que la mayor parte del comentario debe estar destinado a la pelota provincial, ya han pasado dos jornadas y no se conoce por esta vía los resultados.
Bien por Granma que dirá Machado, sobre jugar finales ya que tildo a Matanzas de no saber jugar este tipo de juego, como podra explicarle a su pueblo que presento un equipo perdido en el terreno falto de capacidad de reacción con poco bateo muchos errores mentales al final termino con la herencia de la indisciplina, lo que indica falta de motivación y de respeto al espectáculo sagrado de la cultura cubana, le recomiendo que en la pelota para ganar hay que hacerlo como manifesto Anglada en su momento retomado después por Tabares cuando el clásico, dejar la piel en el terreno, tener presente que tanto de los errores ajenos como de los propios se aprende.