Los instructores de arte recorrerán comunidades de difícil acceso de los municipios espirituanos de Taguasco, Yaguajay, La Sierpe y Jatibonico
Lucía aplaudió y sonrió tanto que asegura que nunca olvidará al grupo de jóvenes alborotosos que espabiló la mañana de El Pedrero. Este verano fue diferente para esa pequeña de apenas seis años, porque se reencontró con miembros de la Brigada de Instructores de Arte José Martí (BJM), quienes apostaron por donar varios de sus días de vacaciones para compartir con pobladores de diversas comunidades alejadas de las cabeceras municipales y llevar sus conocimientos a quienes cada año esperan el quehacer de la Guerrilla Cultural 50 Aniversario.
Como en ese recóndito paraje del municipio de Fomento, también presentaron del 11 al 14 de julio sus dinámicas propuestas en localidades de Sancti Spíritus, Trinidad y Cabaiguán. En cada una de ellas demostraron, una vez más, que a ese colectivo, integrado por instructores de arte de las especialidades de Música, Artes Plásticas, Teatro y Danza, no le interesa si el terreno es angosto, si cae un aguacero en el medio del camino, si el fango roza los tobillos, si la intranquilidad de los más pequeños hace perder la concentración o la inconformidad de algún adulto. Lo primero es compartir su arte.
De esa forma, de acuerdo con Liesly Abstengo Sánchez, presidenta provincial de la BJM, en Sancti Spíritus ponen en práctica la estrategia que convierte a parte importante de la comunidad en gestora del entretenimiento útil, sano y culto.
“No solo les presentamos nuestras propuestas, sino que realizamos pequeños talleres y mostramos los resultados. Así, quienes asisten se sienten partícipes del evento. Por ejemplo, los muchachos de artes plásticas dejan siempre como regalo en la localidad un mural gigantesco, donde están las manos de sus propios vecinos”, añade la líder juvenil.
Al asumir esa idea, se logra llevar una programación de interés a esos lugares ubicados a largas distancias de las cabeceras municipales, por lo que en ellos resulta poco común la presencia artística.
Uno de los momentos más especiales de esta primera etapa de la Guerrilla resultó su estancia en Casa zinc, donde se honró el quehacer de Olga Alonso.
“Resulta casi una visita obligada porque es, sin duda, nuestra instructora mayor. Nos enseñó con su ejemplo las verdaderas esencias de la profesión del instructor de arte”, concluye Abstengo Sánchez.
Desde hace varios años, se pone en práctica en predios espirituanos la experiencia de la Guerrilla Cultural 50 Aniversario, la cual se oxigena en cada paraje con el resto de las opciones tanto diseñadas por el Inder como por los Consejos Populares, a fin de convertir su estancia en una verdadera fiesta.
Incluso, en varias ocasiones han protagonizado hasta trabajos voluntarios como apoyo a esos pobladores que les reciben siempre con los brazos abiertos.
Para el venidero mes de agosto, este movimiento juvenil recorrerá comunidades de difícil acceso de los municipios de Taguasco, Yaguajay, La Sierpe y Jatibonico.
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