El independentista puertorriqueño Oscar López Rivera rindió homenaje en el cementerio de Santa Ifigenia a Fidel Castro y reverenció a otros próceres
El revolucionario boricua, recientemente liberado de cárceles estadounidenses tras unos 36 años de encierro, depositó flores ante los monumentos a Mariana Grajales, Madre de la Patria; Carlos Manuel de Céspedes, Padre de los cubanos, y a José Martí, el Héroe Nacional, en la explanada frontal de la necrópolis.
Emocionado aún, expresó que sale de aquí esperanzado y con las energías necesarias para continuar con la lucha por la plena liberación de Puerto Rico, lo cual es una obligación para él como ciudadano de esa nación y será el sentido de su vida hasta el último suspiro.
Cuba debe ser dichosa por esos hombres y mujeres que fraguaron su libertad y con ellos el pueblo cubano puede compartir en este lugar sus anhelos, afirmó López Rivera, quien exaltó la capacidad de entrega y el altruismo de esos seres en pos, no solo de su tierra, sino también de la humanidad toda.
El líder puertorriqueño arribó a esta urbe procedente de la de Bayamo, en la también oriental provincia de Granma, en la que constató páginas de las fundacionales gestas independentistas de los cubanos y recibió el cariño y la admiración de cientos de personas.
Durante su estancia en el cementerio estuvo acompañado por el Héroe de la República y presidente del Instituto de Amistad con los Pueblos, Fernando González LLort, quien compartió con él la celda durante una parte de su tiempo en prisión.
Igualmente estuvieron a su lado el Primer Secretario del Partido Comunista en esta provincia, Lázaro Expósito, y la presidenta de la Asamblea provincial del Poder Popular, Beatriz Johnson.
Como parte de su programa aquí, conocerá el Museo 26 de Julio, enclavado en el antiguo Cuartel Moncada que fue asaltado por Fidel y jóvenes revolucionarios en 1953, y recibirá el reconocimiento de las autoridades santiagueras.
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