Aun cuando la enseñanza del Inglés es una prioridad para el sector educacional, en Sancti Spíritus todavía hay quienes consideran a la asignatura como de “segunda categoría”
—Su hijo debe ponerle más atención a la asignatura —comenta la maestra al padre.
— ¡Qué va!, si él va a ser cochero, y que yo sepa los animales no hablan inglés —responde airado.
Situaciones como estas inquietan a Olga Baracaldo González, educadora de la escuela primaria Federico Engels en la ciudad cabecera, a quien los 41 años en la enseñanza del idioma la han curtido de diversas habilidades para hacer más cercano el contenido.
“El maestro hoy por hoy tiene que volverse un artista en el aula, tiene que llevar láminas, situaciones reales, hay que hacer mucha mímica para que lo entiendan”, explica quien enseña a los alumnos de quinto y sexto grados en el plantel.
EN LA MIRA NACIONAL
Desde el Ministerio de Educación la asignatura está en el centro de las prioridades. En el Plan de Estudios de la Educación General Politécnica y Laboral, la enseñanza del idioma tiene como objetivo la contribución a la formación integral de niños, adolescentes y jóvenes.
Por la importancia de la aprehensión, en especial desde el enfoque comunicativo, se busca “regenerar” las maneras en las que se enseña el idioma, por su importancia dentro del contexto internacional y la reciente exigencia de que para la graduación universitaria hay que ser hablante independiente —nivel B1—, según el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.
Como muestra de una estrategia bien pensada, CubaEduca tiene una dosificación de los contenidos por grados y niveles educativos. Además, algunos temas también se difunden en el proyecto Pa’ que te eduques, del propio ministerio.
Una historia tecnológica que no siempre tiene un final feliz porque pasa por un prisma de conocidas carencias económicas: a simple vista en la base, al menos las computadoras no siempre cuentan con la mejor salud.
El Inglés se imparte desde tercer grado y hasta el duodécimo, recorrido para desarrollar las habilidades: expresión oral, comprensión auditiva y expresión y comprensión escritas; si conocidos peros no empañan el trayecto, como la completa cobertura docente, preparación de los profesionales, apoyo de la familia en la educación de los hijos y el imprescindible y subjetivo interés personal en el aprendizaje.
“Desde el 2015 y hasta el 2018 existe una estrategia nacional para la atención de los programas. Comenzó su instrumentación en el curso 2014-2015 y es a largo plazo, pues se hace una valoración de los momentos actuales y se rediseñan los objetivos de acuerdo con los resultados, fundamentalmente en tercero, sexto, octavo y onceno grados”, explica Kenia Sardiñas Gómez, metodóloga provincial de la materia.
INGLÉS CON LUPA
Como sucede con el resto de las asignaturas, las preferencias por esta lengua suelen estar influenciadas por las maneras en que se imparten las clases. Si bien para las enseñanzas Secundaria Básica y Preuniversitaria las frecuencias van desde dos en la semana para el nivel medio, hasta cinco en la oncena, en la otra; la Primaria lleva las desventajas.
“Con una sola frecuencia, y además en la tarde, muchas veces después de turnos de Educación Física, el estudiante pierde el interés. No hay tiempo para ejercitar. Es una lástima porque los programas están muy completos”, insiste Maiduque Peláez Macías, quien desde hace 27 años enseña la asignatura.
Punto álgido según el criterio de algunos padres lo constituye la preparación de los maestros de Inglés; mas, en la otra versión de la historia, muchos ni se interesan por el progreso de sus hijos, “solo importan Matemática, Español e Historia, que son las asignaturas que van a pruebas de ingreso”, dicen.
Al preguntar a los estudiantes, hay quienes muestran interés personal por aprender y son algunos de los que integran los proyectos comunitarios para niños y adolescentes en la Escuela de Idiomas Serafín Sánchez Valdivia; otros no dejan de reconocer que se aprenden “de carretilla” determinados diálogos para saber qué responder; y no pocos “vuelven locos a los padres” para que busquen quiénes los pueden ayudar con una u otra tarea.
Tener un maestro de Inglés que forme parte de la plantilla fija en la escuela es una de las preocupaciones más conocidas en los hogares; un criterio se repite: si la base es mala, al pasar de un nivel a otro arrastran las mismas deficiencias. Como buena nueva, este curso se espera la graduación de 21 estudiantes de las escuelas pedagógicas como maestros primarios de la asignatura.
“Donde no existe un especialista, se puede tener un contrato por horas-clase, no es cualquier persona, tiene que ser un graduado de la Escuela de Idiomas, o de cursos de la Federación de Mujeres Cubanas con un crédito que le avale por tener habilidades comunicativas en esta lengua extranjera”, agrega Sardiñas Gómez, quien tiene a su cargo los niveles primario, secundario y preuniversitario y las escuelas pedagógicas.
En el plano docente la provincia cuenta hoy con los metodólogos municipales de la asignatura, excepto en Trinidad, donde no es secreto que el sector turístico aglutina una parte mayoritaria de la fuerza laboral.
Con cierta regularidad algunos padres pagan por encuentros de sus descendientes con repasadores de la asignatura —actividad que se incluye dentro de las modalidades del trabajo por cuenta propia—. En consecuencia, además de los “huecos” en los bolsillos, pueden entrar en contradicciones con los contenidos recibidos en el aula, y en otros casos, de acuerdo con sus intereses personales, “ir más adelante que el resto de los compañeros de escuela”.
En el contexto escolar, “hay que buscar calidad, que el estudiante se comunique de forma fluida y espontánea. Antes existía la tendencia de que si le gustaba un cantante, traer la biografía era su tarea integradora. Iba a Wikipedia, le preguntaba a otro profesor. Ahora hay que hacerlo de acuerdo con las unidades del programa, puede decir más porque no se puede estancar el conocimiento pero no se le puede pedir fuera de lo que le das”, sentencia la metodóloga en la Dirección Provincial de Educación.
El Inglés aún tiene barreras; por lo pronto, demostrar un B1 en las aulas universitarias quizá sea solo una imagen de realidad virtual si antes, y no es camisa de fuerza, el idioma no deja de ser considerado como de “segunda categoría” por los más escépticos.
Soy licenciada en lengua inglesa y..que decepcionante pues un 80% de los padres piensa asi mismo y por lo tanto un 80% de los estudiantes lo mismo… y cuando llegan a la universidad.. o en el peor de los casos..que es de moda actualmente.. se encuentran con un extranjero..no saben ni chamuscar good morning… utilizan las clases de idiomas para jugar..sabotear a los profesores…si hay que decirlo asi…en el mundo entero las familiasse preocupan desde tempranas edades,que sus hijos aprendan el inglés y otros idiomas, con perspectivas para el futuro..porqué la mayor parte de las familias cubanas tienen una visión del futuro tan estrecha?
Ingles es necesariò para todo futuro profesional. Toda la literatura profesional viene parcialmente solo en ingles.
No tener ingles como asignatura superimportante en toda escuela es tener falta de visiones en la educación actual.
Maestros de ingles no deben de formarse solo en Cuba, sino deben recibir practicos en paises de habla inglesa.