Como parte del programa de explotación de 40 pozos debe concluir en julio el montaje de la tecnología de procedencia china
La instalación de las bombas que permitirán utilizar el agua de la cuenca subterránea en la arrocera de La Sierpe a través de 40 pozos edificados previamente constituye un refuerzo a la infraestructura hidráulica de la Empresa Agroindustrial de Granos (EAIG) Sur del Jíbaro, inversión que puede beneficiar a cerca del 10 por ciento de la superficie en función del cultivo actualmente.
Raúl Hernández Negrín, especialista de Riego en la entidad, informó que ya cuentan con las 40 bombas de procedencia china y se avanza en el cronograma de montaje previsto a concluir a fines de julio, proceso en el que participan directamente asesores de la nación asiática y fuerzas especializadas del territorio espirituano.
Pese a la riqueza del manto freático en esa porción sur de la provincia espirituana, cuyas reservas se calculan en cerca de 50 millones de metros cúbicos, el empleo del agua subterránea está condicionado al principio de mezclarla con el agua superficial regulada.
“Cuando se usa el agua subterránea hay que considerar la calidad, es un proceso que comienza, se están haciendo análisis químicos periódicos que determinen la concentración de las sales y, para evitar riesgos en el cultivo y la salinización de los suelos, se estableció mezclar las aguas, de manera que el empleo de los pozos dependerá también de la recuperación de las presas”.
Según la propia fuente, la EAIG tiene concebido para el balance del 2018 explotar 46 millones de metros cúbicos de agua subterránea siempre que pueda religarse con la superficial, cifra que posibilitaría sembrar más de 2 670 hectáreas y el mayor impacto de los pozos, aclaró, puede estar en respaldar la reproducción de la semilla, proceso asentado totalmente en la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Las Nuevas.
Raúl Hernández precisó que, aun cuando el uso del manto freático estará atado de cierta manera a la disponibilidad de agua en la presa Zaza y en los embalses de la cuenca del río Jatibonico del Sur, entre las ventajas de su utilización están la plantación de más áreas y que, según aseveran los expertos en medio ambiente, contribuye a atenuar la salinización de los suelos.
“Aquí no habíamos pensado en los últimos 20 años en explotar el manto freático, es una inversión cara; por ejemplo, los motores diésel consumen a razón de 15 litros por hora y deben trabajar alrededor de 18 horas; otra característica de esta batería de pozos es que su ubicación geográfica, realizada por Recursos Hidráulicos, sobrepasa los 5 metros sobre el nivel medio del mar, con profundidades que oscilan entre los 37 y los 50 metros”.
Subrayó el ingeniero que el fenómeno de la salinización requiere un equilibrio en la explotación del agua subterránea, de manera que permita paliar ese efecto en los suelos y mejorar el medio ambiente, una estrategia que en lo adelante formará parte del programa arrocero, respaldado integralmente por el país bajo la premisa de tener garantía del cumplimiento del plan de producción del grano con eficiencia.
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