Muy ocupados andan los pescadores espirituanos para extraer la mayor cantidad posible de especies ante la inminente disminución de agua en los embalses
Últimamente los pescadores espirituanos andan más atareados que de costumbre, en el mayor embalse de Cuba el nivel de agua continúa bajando y hoy se encuentra al 11 por ciento de su capacidad, lo que significa realizar capturas aceleradas para prevenir el deceso masivo de peces a causa del hacinamiento y la escasez de oxígeno.
Al hacer un recuento del resto de las presas, afectadas también por la falta de precipitaciones en el territorio, la de Siguaney —que aportaba unas 100 toneladas de peces cada año— está prácticamente vacía, y en Lebrije, Dignorah e Higuanojo los volúmenes del líquido siguen en cuenta regresiva.
A la Acuicultura le esperan jornadas mucho más intensas si se tiene en cuenta que ya concluyó la primera decena de mayo sin que aparezcan los aguaceros “salvadores”, esos que permitirían no solo acumular agua, sino incrementar las cantidades de alevines con destino a la repoblación.
En declaraciones a Escambray, Julián Armas Olivera, director de Producción en la Empresa Pesquera de Sancti Spíritus (Pescaspir), dijo que de las 14 brigadas de pescadores que hoy existen en la provincia 13 se mantienen vinculadas a la cuenca Zaza y una a la presa La Felicidad, la cual acumula solo el 16 por ciento de su potencial, por lo que los envíos diarios a la industria se mantienen en el rango de las 15 a 20 toneladas.
Hasta la fecha los suministros de productos pesqueros a la red de casillas especializadas, los programas priorizados y el consumo social siguen estables. ¿Dónde está el mayor problema?, en la reproducción, porque la Estación de Alevinaje está prácticamente paralizada, pues solo se mantiene con los alevines de claria por ser una variedad que no requiere del intercambio del agua para su desarrollo, por lo que se utiliza el líquido proveniente de pozos radicados en este lugar.
En lo que va de año a la Zaza, con todos sus afluentes, se le han extraído más de 1 000 toneladas de peces y en sentido general el plan de la provincia se sobrecumple en 600 toneladas.
No obstante, las presas no paren peces y para que un ejemplar alcance la talla comercial requiere como mínimo 18 meses de crecimiento; pero si se interrumpe el ciclo de reproducción y siembra, o se reducen a niveles inferiores, como ha ocurrido en los últimos años, las secuelas de la sequía en la Acuicultura no la sufriremos hoy, sino, dentro de un año y medio.
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