Jorge aguarda por una silla de ruedas

Desde la calle Independencia No. 72, en el poblado de Guayos, nos escribe Jorge Lorenzo González Cortés. En su misiva el lector expone que es un limitado físico-motor sin locomoción y, por tanto, necesita una silla de ruedas para moverse en su casa y asistir a cualquier institución de Salud.

Desde la calle Independencia No. 72, en el poblado de Guayos, nos escribe Jorge Lorenzo González Cortés. En su misiva el lector expone que es un limitado físico-motor sin locomoción y, por tanto, necesita una silla de ruedas para moverse en su casa y asistir a cualquier institución de Salud.

“En 1993 me dieron —como miembro de la Aclifim— una silla de ruedas, pero en estos momentos está rota, situación que he planteado a todos los niveles, díganse Dirección Municipal de la Aclifim en Cabaiguán, también en la provincia y la nación y la respuesta siempre ha sido que no hay silla”, añade González Cortés.

En busca de una respuesta Escambray dialogó con Reynaldo de Jesús Garrido Piñero, presidente de dicha asociación en la provincia, quien nos explicó que en primer lugar la silla que hoy está en poder de Jorge —en estos momentos rota— le fue entregada gracias a una donación recibida en los años 90, a pesar de que él no estaba registrado como portador de ese tipo de ayuda técnica, pero se tuvo en cuenta que su discapacidad en un futuro iba a agudizarse.

Garrido Piñero argumentó, además, que personalmente visitó el domicilio del remitente a partir de una carta que enviara con la misma inquietud y otras más al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y se le explicó que desde que entren sillas de ruedas a la provincia por la vía de la Aclifim tendrá prioridad, siempre que haya enviado su solicitud por escrito a la Dirección Municipal de dicha asociación en Cabaiguán.

Añadió la fuente que en mayo del año pasado, cuando se recibieron 10 sillas de la talla que necesita González Cortés, no se le entregó ninguna porque no estaba en la relación de las solicitadas por el municipio, como tampoco era de conocimiento de la dirección provincial de la Aclifim.

Por lo pronto se reconoce que Jorge necesita la silla de ruedas, pero deberá esperar a que arriben al territorio y, mientras ese momento llega, es preciso que realice su documento de solicitud como está establecido.

A NUESTROS LECTORES

Como premisa, las quejas, inquietudes, agradecimientos o sugerencias dirigidas a esta columna deben contar siempre con el nombre y apellidos del remitente, así como su dirección particular, requisito válido también para las misivas que se envían por correo electrónico.

Reidel Gallo Rodríguez

Texto de Reidel Gallo Rodríguez
Reportero de Escambray

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