Santos aseguró que para el nuevo ocupante de la Casa de Nariño será imposible destruir el acuerdo con esa organización, actualmente en fase de desarme
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, afirmó este ocho que el pacto de paz con las FARC-EP es irreversible y aseguró que quien asuma el Gobierno en 2018 encontrará un proceso de implementación avanzado, sin marcha atrás.
En declaraciones a RCN La Radio el mandatario explicó que para el nuevo ocupante de la Casa de Nariño será imposible destruir el acuerdo con esa organización, actualmente en fase de desarme, como han anunciado voceros de la extrema derecha.
Quien llegue a la Presidencia no podrá hacer trizas ningún documento porque como dijeron los integrantes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), estamos presenciando un proceso irreversible; pronto el país comenzará a apreciar lo importante que es haber dejado la guerra atrás, insistió el jefe de Estado.
¿Cómo lo piensan hacer, entregarán nuevamente las armas a las FARC-EP?, preguntó.
El pasado 24 de noviembre Santos y el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez, suscribieron el histórico tratado con el que se comprometieron a terminar los enfrentamientos y hostilidades entre ambas partes tras más de medio siglo de conflicto.
Tal texto contempla entre sus medidas la instauración del cese el fuego bilateral, ya vigente, así como la dejación de armas de dicha guerrilla en campamentos provisionales con supervisión de una misión política de la ONU.
Unos siete mil hombres y mujeres de ese movimiento permanecen concentrados en 26 lugares del territorio nacional donde abandonan el armamento en su poder y comienzan su preparación para reintegrarse a la vida civil.
Portavoces del partido de derecha Centro Democrático, encabezado por el exmandatario Álvaro Uribe, y otros detractores de las negociaciones con las FARC-EP manifestaron que de ganar las elecciones presidenciales en 2018 cambiarán lo concertado con esa agrupación, la mayor de su tipo en esta nación andina.
La guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen y al menos 60 mil desaparecidos. En busca de un escenario de distensión duradero y más abarcador resta un acuerdo similar con el insurgente Ejército de Liberación Nacional, menos numeroso que las FARC-EP, pero activo hace 50 años.
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