Dos profesores universitarios de Historia en Sancti Spíritus abordan aspectos sobre la Campaña de la Reforma y su repercusión para el poder colonial de España en Cuba
Siempre ha ocurrido, como regla, que al analizar la Campaña de La Reforma se dé prioridad a los aspectos militares por sobre los efectos políticos y psicológicos derivados de esa brillante empresa llevada a cabo con magistral virtuosismo —hace 120 años— por el General en Jefe del Ejército Libertador cubano Máximo Gómez Báez.
Como es sabido, allí, en una pequeña porción de territorio ubicada entre las actuales provincias de Sancti Spíritus y Ciego de Ávila, y con solo unos pocos cientos de jinetes e infantes, el Generalísimo “desangró” a lo largo de unos 15 meses, iniciados en los días finales de enero de 1897, la flor y nata del ejército colonialista español en Cuba bajo el mando directo del mismísimo capitán general, Valeriano Weyler y Nicolau.
Sin embargo, quedan en el limbo las posibles respuestas a interrogantes concretas referidas a la repercusión del conflicto y su interacción con la situación general de la guerra, las implicaciones políticas y psicológicas de aquella, y la influencia que pudo ejercer el asesinato del primer ministro hispano, Antonio Cánovas del Castillo —8 de agosto de 1897— en el curso general de los acontecimientos.
En el intento de hacer luz sobre estos tópicos, Escambray conversó con los profesores de Historia de la Universidad José Martí, másteres Carlos Gómez González y Eddy Morera Cruz, quienes aportaron gustosamente sus criterios sobre el tema.
ACCIONES MILITARES VS. EFECTO PSICOLÓGICO
Para Carlos Gómez, en el período de 14-15 meses en que se desarrolló la Campaña de La Reforma, esta se figuró como “el más brillante hecho de armas al mando del General en Jefe Máximo Gómez, después de la invasión de oriente a occidente, y el acontecimiento político-militar más impactante de toda la guerra, en ese orden”.
Entonces, ¿qué valor le otorga a las acciones militares en sí mismas?
“Bueno, aquí creo necesario hacer una salvedad, porque, caso curioso, lo más destacado no fueron las acciones militares en sí mismas, sino la incidencia psicológica de la estrategia desarrollada por Gómez, que lo elevó a ser reconocido por la historia como el más grande guerrillero de América.
“Y decíamos esto porque en toda esa campaña solo se valoran 26 acciones militares de cierta importancia entre 41 hechos de amas; sin embargo, en igual período fueron puestos fuera de combate, entre muertos y heridos, unos 25 000 soldados españoles y las bajas cubanas apenas se acercaron al centenar.
“Hay que decir también que estas operaciones en La Reforma obligaron al mando español a trasladar su cuartel general a Sancti Spíritus, con Valeriano Weyler al frente, acto cuya secuela inmediata fue que el peso de la guerra se trasladó a esta zona y Gómez logró su objetivo de aliviar la presión del ejército colonialista sobre las tropas cubanas que luchaban en el occidente de la isla”.
Pero la correlación de fuerzas siguió estando totalmente del lado español en el occidente y el centro.
“Es cierto, pero preciso es apuntar que en La Reforma la victoria cubana no se logró a costa de grandes concentraciones de tropas y pertrechos, sino que, normalmente con un número reducido de soldados bajo su mando, Gómez utilizó de modo consciente el factor psicológico, haciendo un uso prácticamente óptimo del clima, lo inhóspito de aquellos parajes y las plagas de mosquitos y jejenes, además del sofocante calor y las consecuentes epidemias. No en balde llegó a decir que sus tres mejores generales eran junio, julio y agosto.
“Por tanto, podemos decir que el impacto del factor anímico-psicológico y político de las tácticas de Gómez entre los españoles fue mayor aún que la magnitud de las acciones militares”.
LA REFORMA, SUS EFECTOS
Los efectos derivados de la victoria de las armas mambisas en La Reforma fueron muchos y no es posible abordarlos todos en estas líneas, pero sí llamar al atención sobre algunos de ellos. El profesor Eddy Morera subraya el hecho de que, ya a finales de 1897 —y solo en ese año— España había sufrido alrededor de 40 000 bajas en Cuba, y al menos la mitad de ellas en La Reforma, lo que, forzosamente, influyó en la guerra.
“Resultado de la concentración de las fuerzas españolas en esa área, en detrimento de las regiones occidentales y del centro del país, fue la recuperación del Ejército Libertador en esas comarcas. Otro era el caso de la zona oriental, donde el General Calixto García desplegó la Campaña de Oriente, que puso a las fuerzas peninsulares a la defensiva”.
¿Y esto, necesariamente influyó en el curso de la guerra?
“Sin duda, como resultado de estas campañas, la capacidad combativa de las fuerzas españolas se redujo en más de un 50 por ciento, hecho que era conocido mundialmente, razón por la cual Washington comenzó sus presiones sobre Madrid para encontrar soluciones útiles a sus intereses.
“Si durante los primeros momentos el Presidente Grover Cleveland mantuvo su tradicional política de apoyo a España, ahora con la llegada (1897) de William McKinley a la Casa Blanca, agente de las más agresivas tendencias de los círculos de poder en Estados Unidos, se acelerarían las presiones, a causa de los efectos terribles de la Reconcentración.
“Con la prensa y la mayoría del pueblo estadounidense de su parte, el Gobierno de McKinley exigió a España, en septiembre de 1897, el cese de esa inhumana política y la implantación de un régimen autonómico en Cuba. El gobierno de Madrid, en actitud contemporizadora, anunció entonces el fin de la Reconcentración y relevó a Valeriano Weyler del mando en la isla, sustituyéndolo por Ramón Blanco y Erenas, al tiempo que declaraba que en 1898 la autonomía sería realidad”.
Se ha dicho que fue el asesinato del primer ministro Antonio Cánovas del Castillo en agosto de 1897 lo que forzó a España a remover a Weyler y decretar la autonomía para Cuba…
“No lo creo. Para entonces, la guerra había dado un vuelco, pues Weyler fracasaba en toda la línea y España se vio abocada a tomar decisiones trascendentales. Si bien ya entonces se habló de conceder la autonomía a la isla, fue a inicios de 1898 que se implantó en Cuba un régimen autonómico, pero tal decisión se inscribió dentro de los esfuerzos de Madrid por evitar el choque con los Estados Unidos, no de acuerdo con los presupuestos políticos españoles sobre cómo gobernar a su colonia.
¿Entonces, lo mismo hubiera resultado con Cánovas que con Sagasta, pues fueron las victorias cubanas las que decidieron?
“Eso influyó mucho y aceleró la intervención de EE.UU. Además, tanto el Consejo de Gobierno como el ejército mambí con su General en Jefe al frente rechazaron la autonomía fuera de tiempo y lugar, pues las condiciones históricas de 1898 imponían que la solución idónea a los problemas nacionales solo podía alcanzarse con la independencia”.
El articulo es muy interesante, pero tengo varias observaciones al respecto.
¿Que fuentes prueban que las fuerzas de España se redujeron en un 50% en La Reforma?
Se menciona también que la ofensiva de Calixto Garcia en 1898 puso a la defensiva a los españoles, pero hay que agregar que la ofensiva de Calixto Garcia comenzó el 1 de mayo de 1898, cuando había empezado la guerra contra EE.UU, los españoles ordenaron la retirada de sus fuerzas de muchas regiones del Oriente de Cuba. Si uno lee a Anibal Escalante se puede ver que desde la toma de Guisa en noviembre de 1897, los españoles estaban atacando Oriente desde Enero hasta Abril del 98.
Además la autonomía logró un gran numero de presentaciones entre los rebeldes a comienzos de 1898. Se presentaron importantes figuras: Coronel Juan Masso Parra, Coronel Rosendo Garcia y entre las tropas rebeldes de Occidente y el Centro hubo muchas deserciones.
Recomiendo este articulo de un investigador mexicano:
ENTRE LA ESPADA Y LA PARED
EL RÉGIMEN AUTONÓMICO CUBANO, 1897-1898
AGUSTÍN SÁNCHEZ ANDRÉS
http://www.redalyc.org/pdf/128/12801601.pdf
Saludos.
Sí, estimado José, entiendo su preocupación, pero quiero aclarar en este orden: primero, que no fueron las fuerzas, sino el poder combativo de las tropas españolas lo que se redujo en esa proporción, según el profesor Morera. Segundo. El entrevistado no se refiere al inicio de la ofensiva final de Calixto García en Oriente en mayo de 1898, sino a la serie de operaciones desarrolladas sobre todo a partir de junio de 1897.
En tercero y último lugar, en cuanto a las presentaciones y deserciones de ciertos jefes cubanos como Rosendo García y Massó Parra, es cierto que constituyeron un peligro cierto y un reto para el Ejército Libertador cubano en la última etapa de la contienda, pero también lo es que la jefatura de ese cuerpo armado con Máximo Gómez a la cabeza supo adoptar las medidas adecuadas para contrarrestarlos.
Soy de Usted, su seguro y atento servidor P. F. Guzmán Castro
Estimado profesor Guzmán Castro:
Muchas gracias por su respuesta y aclaración de ciertos puntos. Quisiera añadir que al leer el diario de Máximo Gomez uno puede notar un gran abatimiento en 1898 (al menos esa es mi percepción), se queja constantemente de la falta de municiones y de ciertos problemas que tiene con el Gobierno en Armas. En cuanto a las presentaciones de rebeldes el profesor Francisco Perez Guzmán afirma en su libro: «Radiografía del Ejercito Libertador» que estas fueron significativas. Las rendiciones se dieron en el periodo de la implantación de la autonomía (noviembre 1897 a abril 1898) hasta la intervención yanqui.
Por otra parte me gustaría saber su opinión acerca del articulo que le envié.
EL RÉGIMEN AUTONÓMICO CUBANO, 1897-1898
AGUSTÍN SÁNCHEZ ANDRÉS
Posdata: La hemeroteca de España ha digitalizado sus periódicos y hay muchos que siguen la guerra de Cuba, día a día y como era percibida por los partidos políticos españoles de la época.
Puede consultar diarios españoles como: El Imparcial, la correspondencia de España, el heraldo etc. Es gratis.
Espero le sea útil a ud y a otros investigadores.
http://hemerotecadigital.bne.es/index.vm