El programa de atención a las comunidades dejó en el Consejo Popular de Mayajigua una de las más abarcadoras intervenciones de cuantas se han realizado en Sancti Spíritus
Puede ser la reanimación más demorada de cuantas se han efectuado hasta el momento en la provincia de Sancti Spíritus; se dividió en dos etapas, las acciones iniciaron en abril del pasado año y el grueso del trabajo terminó recientemente. Mas, los habitantes del Consejo Popular de Mayajigua no reparan en el calendario, prefieren mirar las instalaciones beneficiadas al calor del programa comunitario.
“Mayajigua estaba deprimido, feo, con importantes locales cerrados por el deterioro; lo que se hizo hacía mucha falta, el trabajo ha quedado bueno. Tenemos otros sueños y quedan cosas por hacer, pero el pueblo está contento”, manifestó Yodarxis Cardoso Morciego, directora de la Casa de Cultura, uno de los centros devueltos al funcionamiento y que ha perdido el grueso de la fuerza técnica, de 47 instructores, quedan siete.
Desde la expresión aborigen, Mayajigua significa Tierra del agua, tesis que confirman los nombres de asentamientos aledaños: Aguada, El Chorrerón, Aguasanta, El Río… Otras teorías asocian el nombre con la hija de un cacique llamada Mayigua.
En la historia de Mayajigua —con fecha fundacional ubicada en 1824— aparecen hechos que realzan el lugar. Se dice que allí se edificó la primera parroquia de esa zona norte; se admite que fue el escenario de la primera batalla de Serafín Sánchez bajo el mando de Máximo Gómez.
El actual Consejo Popular es la cuna de importantes personalidades de la cultura como el poeta Luis Compte Cruz y de muchos combatientes; es tierra de parrandas, de conocidas figuras del deporte y asiento de la leyenda de El pelú de Mayajigua, aquel mambí que permaneció oculto 20 años en las cuevas de la región; de esos suelos es oriunda la naranja blanca, cítrico que identifica la demarcación.
Entre leyendas, historias y tradiciones, hay un suceso que los lugareños se niegan a olvidar: la visita de Fidel en 1989 a los Lagos de Mayajigua, irrepetible sitio donde se combinan naturaleza, paisaje y aguas medicinales que dan celebridad nacional e internacional a ese destino turístico.
ANTES Y DESPUÉS
Basta conocer que la reanimación llegó a 32 centros de la infraestructura social y de los servicios para apreciar la magnitud del trabajo acometido. Basta saber que hay locales como el Palacio de Pioneros, que permaneció cerca de 20 años cerrado por el mal estado constructivo, para comprender la utilidad real del programa integral de atención comunitaria impulsado por las autoridades de la provincia y que extiende ya su beneficio a 30 consejos populares, la mitad de los existentes en el territorio espirituano.
La transformación no nace de la impresión periodística, la acuñan trabajadores, funcionarios y vecinos. Detrás del cambio está el apoyo popular y el indiscutible respaldo estatal, expresado, por ejemplo, en los 135 000 pesos invertidos en la Terminal de Ómnibus, calificada, por muchos, como la obra cumbre de la reanimación.
“Del anterior local a este no hay comparación, todo es nuevo. Nunca he estado en uno, pero se me parece a un estudio de televisión”, dijo a Escambray Gerardo Guedes Guerrero, el administrador.
“Ni los trabajadores pensábamos tener una terminal tan bonita. Le confieso que antes no me daban ganas de venir a limpiarla, ahora vengo a gusto, fíjate que una de mis hijas me dice: Mami, sueñas con la terminal”, relató María Laredo Toca.
Varios pasajeros, sentados en los cómodos asientos, también halagan el recinto, pero no dejan escapar la oportunidad para el señalamiento: “Hace falta que ahora pongan más salidas de guaguas porque la necesidad de viajar es grande”.
Otra obra acaparó gran interés y desde hace días es blanco de la gratitud. “Se hizo casi un Palacio de Pioneros nuevo, aquí lo único que teníamos eran paredes”, enunció Maribel Martínez Bravo, directora de la instalación. “Los círculos de interés funcionaban en las escuelas, a partir de ahora se favorece mucho el trabajo de formación vocacional porque se hizo una remodelación total de techo, carpintería, baños y el confort es maravilloso; el costo de la reparación ascendió a 84 000 pesos”.
El restaurante-cafetería El Louvre no tiene nada que envidiarles a los mejores locales de este tipo existentes en la provincia; el inmueble cambió hasta su estructura exterior e interior, cuenta con climatización y 32 capacidades para brindar servicio de desayuno, almuerzo y comida, además de atender a los 28 comensales del Sistema de Atención a la Familia.
En la lista de centros reanimados hay obras de todos los sectores, entre ellas consultorios médicos, escuelas, el correo, un taller de la Emprova, el Registro Civil, bodegas, la farmacia y el círculo infantil de Mayajigua, refirió Lázaro García Hernández, presidente del Consejo Popular.
“Veías ese círculo infantil antes, lo ves ahora y tú dices: lo hicieron nuevo. En otros momentos se habían reparado algunos locales, pero un programa así, con esta magnitud, es único; de 229 planteamientos se solucionaron 115 entre las dos etapas de trabajo”, comentó Lázaro García.
Si bien puede hablarse de obras principales por el mayor nivel constructivo, ninguna acción le quita el premio de la popularidad a la instalación de la wifi en el parque de la localidad, ahora con 30 capacidades y la perspectiva de ampliarla a 60.
“Hay otra imagen en el pueblo, se ve otro ambiente, Mayajigua cambió y la gente lo reconoce; tengo electores que me han dicho: que ahora no podemos negarnos a apoyar la tarea que nos pidan”, dijo Ramiro Rodríguez González, delegado de la circunscripción 29.
LAS VOCES DE MAYAJIGUA
A excepción de las cabeceras municipales, Mayajigua es de los pocos poblados de la provincia con gran cantidad de centros laborales estatales, una de las herencias de haber sido municipio antes de la División Político Administrativa de 1976 —también lo fueron en esa zona norte Venegas, Meneses y Yaguajay—, infraestructura que le brinda independencia y comodidad a la hora de garantizar servicios, trámites y otras prestaciones útiles a los habitantes.
La trabajadora de Educación Oristela León Palleiro no ocultó su satisfacción con las obras terminadas, “aunque faltan locales para la recreación juvenil, más ahora, que esta era una zona rica en áreas de baño y se ha quedado corta con la sequía”, manifestó.
Mayajigua tiene aires de ciudad pequeña; en las calles más céntricas es constante el ir y venir de transeúntes. En los portales, que se divisan por todas partes, muchos refrescan el sofocante calor de julio; dicen que el parque —con una acogedora sombra— luce más concurrido desde que llegó la conexión wifi a la localidad, separada a casi 90 kilómetros de Sancti Spíritus.
El progreso dejado por la inyección reconstructiva no contradice los sueños y reclamos guardados en el tintero de las autoridades locales y de los vecinos. El propio presidente del Consejo Popular detalla algunas de las prioridades pendientes: “Para haber tenido una reanimación completa necesitábamos asfaltar algunas calles interiores y otra realidad que nos apura es ampliar en dos o tres aulas la Secundaria, porque los alumnos de Aridanes y El Río estudian allí y hay hacinamiento.
“Un anhelo generalizado entre los electores es abrir la ruta Mayajigua-Sancti Spíritus; otro planteamiento pendiente tiene que ver con el tanque séptico en el reparto Frente Norte de Las Villas y, aunque se han beneficiado 56 casas con subsidios, la mitad del fondo habitacional está en mal estado”, concluyó Lázaro García.
“Aquí hay singularidades —expresó la directora de la Casa de Cultura—, los nativos para identificarse declaran siempre su comunidad, son los pobladores más divertidos de la zona, tienen problemas, pero no dejan de ser alegres, los convocas y ahí están; tal vez, porque el pueblo de Mayajigua lucha por lo que quiere”.
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