El loable proyecto de rehabilitación integral de la heladería espirituana remueve también viejas interrogantes sobre la prestación de servicios en esta unidad
Por estos días, posiblemente, nada es más esperado en Sancti Spíritus que la apertura de la heladería Coppelia, única de su tipo en la provincia, que desde el pasado mes de noviembre dejó de funcionar para enfrentarse a una reparación capital, razón suficiente para que los espirituanos especulen sobre el tema.
“Uno se crea tremendas expectativas y luego se desencanta con el mal servicio”, “Seguro que aumentan los precios para recuperar el dinero de la inversión”, “Para qué tanto confort si el helado llega tarde o de seguro seguirá derretido”, “Ahora sí dará gusto visitar el Coppelia”, “Hace falta que la vajilla sea la idónea”, “Ya estamos acostumbrados a que el servicio empiece bien y luego se relaje”.
Con estas opiniones Escambray desanda los caminos de la remodelación, la más importante practicada al centro en sus 30 años de vida y que durante tres meses abarcó casi la totalidad de sus áreas, a partir de un nexo entre lo que fue y lo que es hoy, sin desestimar la tipología Girón interpuesta en esta obra, pero que ahora dispone de retoques más exhaustivos del diseño, a tono con la estética de la neoplástica iniciada por el artista holandés Piet Mondrian.
ARTE Y CONSTRUCCIÓN
Para el arquitecto y artista de la plástica Vladimir Osés Torres, quien junto a Marcos Gallego Guzmán tuvo a su cargo el actual proyecto del Coppelia, entre las premisas del trabajo figuran las correcciones estéticas y funcionales relacionadas con la estructura y el mobiliario compuesto por mesas para seis, cuatro y dos personas; mientras que en el espacio central, entre los dos salones, se aprovecha el pretil interior con la creación de una cortina de agua, que se hará visible desde el exterior a través de los quiebrasoles.
“Se trata de un diseño con novedosas técnicas de albañilería —explica Vladimir— que le aportan, definitivamente, un sello distintivo a la edificación, como son: el empleo de las lajas de piedra caliza y de color naranja para la ejecución de los muros de carga de las jardineras y de otras partes, así como en los tapices pulidos del mobiliario, que lo convierte en más higiénico y duradero, además del nuevo sistema de luces dispuestas en correspondencia con la ambientación y la actividad que allí se realizará.
“Pretendemos que el Coppelia se convierta en un lugar de referencia y de visitas—expone Vladimir—, donde el cliente no solo consuma, sino que pueda apreciar los detalles arquitectónicos, que disfrute del entorno, la naturaleza y, por su puesto, de un buen servicio, este último determinante a la hora de satisfacer a la población; de lo contrario, todo el esfuerzo humano y el presupuesto invertido serían en vano”, alega finalmente el arquitecto.
Esa es la mayor aspiración de los espirituanos; aunque, definitivamente, hasta el momento en que fue interrumpido el expendio para iniciar la reparación, el Coppelia de la ciudad cabecera no acababa de tener quince, en lo esencial, por la mala calidad del helado (derretido una buena parte del tiempo), por la poca variedad en la oferta y por las diatribas asociadas al trato y la falta de profesionalidad en el servicio gastronómico.
“Atrás deben quedar estas insatisfacciones”, asegura Lázaro José Reyes, designado como administrador hace poco más de un mes, quien, junto a otros miembros de la administración, tiene la responsabilidad de velar por el buen desempeño de los 53 trabajadores del colectivo, compuesto no solo por cuatro fundadores, sino por otros con más o menos experiencia, incluso, algunos de reciente incorporación.
¿Tendremos por fin un Coppelia diferente?, ha venido preguntando Escambray por estos días quienes están involucrados en su rehabilitación.
Directivos del Grupo Empresarial del Comercio en Sancti Spíritus, aseguran que sí, tanto desde el punto de vista constructivo como en lo relacionado con el desempeño; porque se capacitó a todo el personal, con la intervención de especialistas del sector y profesores de la Universidad, en temas como la comunicación interpersonal, calidad y servicio, principalmente. A ello se une la uniformidad en el vestuario y la creación de condiciones de trabajo.
Dernesti Sánchez Morell, suddirector de Desarrollo e Inversiones en la Empresa Municipal de Gastronomía en Sancti Spíritus, destaca que a través de proveedores nacionales pudieron completar la vajilla de la heladería, copas, canoas, platos, jarras y vasos de cristal, además de las boleras y otros insumos que garantizarán la reapertura del centro, prevista para los próximos días en el horario habitual, es decir entre las 11:00 a.m. y las 10:40 p.m., de martes a domingo.
“Se repararon los seis freezers que estarán en las áreas de sodeo, al igual que la nevera de mantenimiento congelado, se colocaron dos cajas de agua nuevas y se crearon otras condiciones internas y externas para hacer más factible el trabajo de la unidad, inversión que superó los 280 000 pesos en moneda total”, dijo Dernesti.
La vox populi inquiere si el Coppelia funcionará con el sistema de autoservicio o de servido a la mesa.
Julio Alberto Collado Jiménez, director de la Empresa Municipal de Gastronomía, explica: “Mantendremos el servicio a la mesa como estaba instaurado antes del cierre temporal, con una distribución de cuatro dependientes en cada salón para atender a 86 clientes porque se incrementan las capacidades”.
Sobre el tema me gustaría sugerir que se piense en el futuro sobre la posibilidad de establecer el autoservicio, sistema con que inició dicha unidad en 1986, por sus conocidas ventajas y teniendo en cuenta, de antemano, que las personas hacen la cola a la intemperie, haya sol, frío o lluvia, lo que exige de un menor tiempo de espera.
Tampoco resulta iluso pensar en un incremento en los tipos de servicio, como ocurre en otras instalaciones similares en el país; entre ellos la venta de helado para consumir de tránsito por la calle o llevar hacia los hogares, claro está, siempre con la regulación requerida.
EL LÁCTEO, GARANTE IMPRESCINDIBLE
Dicen los entendidos que el gran problema de esta provincia siempre ha sido la falta de helados y que Sancti Spíritus figura entre las que menos lo consumían en Cuba, con una asignación anual de 26 000 galones destinados, principalmente, al Coppelia.
¿Estarán garantizados el helado y otros alimentos para hacer las más de 20 combinaciones previstas en la lista de precios?, pregunta Escambray.
Ariel Fernández Martín, director del Grupo Empresarial de Comercio en el territorio, certifica que los contratos con cada uno de los proveedores: Empresa de Bebidas y Refrescos, Acopio, Alimentaria y Lácteo están actualizados, solo espera que no se produzcan incumplimientos que afecten el servicio gastronómico, y aunque todos son importantes, si no hay helado se paralizaría la venta.
Para Daikel Castro Granda, especialista en Producción de la Empresa de Productos Lácteos Río Zaza, el problema con la congelación del helado que se elabora en la moderna planta espirituana está parcialmente resuelto, a partir de una reparación practicada al túnel de congelación. “En los últimos tiempos apreciamos una estabilidad en este sentido, pero confrontamos dificultades con los envases plásticos donde depositamos el alimento, por ello buscamos variantes con las cajas de cartón para no dejar de elaborar los 1 500 galones previstos diariamente”.
¿Y en cuanto a la calidad y la variedad de sabores?
“Nosotros no hacemos helado coppelia —asegura Daikel—, sino el de crema, que sale bueno, a pesar de que existen dificultades con algunos de sus ingredientes, como los sabores en pastas que son importados, pero aquí buscamos variantes con sabores líquidos. Y, aunque la calidad es motivo de cuestionamiento, en más del 95 por ciento no obedece a causas relacionadas con la materia prima, sino con las condiciones de refrigeración para mantenerlo en las unidades donde lo venden o durante la transportación. Eso sí, cuando el helado se derrite y se vuelve a congelar pierde todas sus propiedades”.
Sin desconocer la actual coyuntura económica del país, Sancti Spíritus sigue transformando, para bien, la imagen de sus unidades gastronómicas, centros comerciales y otros sitios, un empeño loable y, sobre todo, muy costoso que no debería caer en saco roto.
Ojalá que esta resurrección del Coppelia sea el comienzo de una nueva era y no el calco mimético de otros proyectos que primero les hacen la boca agua a los clientes y luego los dejan con las ganas… de no volver.
Todo bello pero el servicio sigue siendo mas que lento, pudieramos decir lentísimo y si a esto sumamos que cuando pides te obligan a pedir sabores de helados aunque no te gusten pues para mi sigue muerto el Coppelia. En Cuba no tenemos sentido de lo que es un cliente, el cliente paga por lo que va consumir, el que vende o presta servicio no le esta haciendo ningun favor, pues si usted pide un tres gracias y quiere las bolas de chocolate solamente pues siguen los problemas porque le obligan a pedir otro sabor porque las tres bolas no pueden ser del mismo sabor (chocolate), quizas pudiera entenderse con la ensalada pues como su nombre pudiera sugerir es una variedad, pero obligarte a tomar sabores de helado que no te agradan es como obligarte a hacer el amor a la fuerza con la persona que no te gusta. Estamos muy lejos de saber lo que es un buen servicio y de cual es el concepto de cliente. Si quieren que el sabor chocolate les dure esa no es la solución, o producen mas de ese sabor o despachan hasta que se termine y ya entonces el que no le guste el resto de los sabores que queden no tiene que hacer una larga y tortuosa cola. No aperentemos lo que no somos si no podemos mantener todos los sabores en oferta no tomemos medidas ridículas que solo son el hazmerreir de quien nos visite incluyendo los extranjeros.
Siempre es igual no se pq siempre se mantienen con esa lentitud por dios son personas o tortugas…
El Coopelia esta muy lindo pero seguimos con lo mismo, está bien que en el salón no compres grandes cantidades como para llenar una cubeta, pero está mal que te obliguen a consumir lo que quieran que consumas, se sabe de sobra que cuando el cliente no ve lo que le despachan en buenas cantidades de veces nunca viene la cantidad solicitada. Hay que recuperar que el cliente pase directo a la barra y compruebe por el mismo la calidad y la cantidad despachada y de esta forma también es más rapidad la cola porque desde que te sientas a que te despachan es incalculable el tiempo.
Ayer fui con mi familia al coopelia, fuimos a disfrutar un rato pero en vez de disfrutar salimos molestos por el mal servicio. El asunto es que fuimos a las 7:40 de la noche y salimos del coopelia a las 11:30 de la noche. ¿Como es posible tanta lentitud? Es verdad que habí cola pero desde que entramos que fue como a las 8:30 no vinimos a comer helado hasta las 10:40 de la noche y la muchacha que atendía nuestra hilera solamente atendía 4 mesas. El helado muy rico y el lugar muy bonito pero sirve de nada si el servicio es malo y ultrasuperlento.
Querido Lazaro, gracias, si soy un hipercrítico como tambien soy un hiperrevofidelsita, que ve desde cerca lo que se avecina, o es que tanta poca vida en este mi querido pueblo no le da tamaño conocimiento de lo que pasa en esta añeja ciudad, lo que digo es una realidad objetiva y si se de los presupuestos que para cada sector se destina y si se de lo indisciplinado que es el espirituano, y si es verda que ese polvo se eses de caballo se les mete en la nariz hasta a los niños del circulo que esta al pasar la Sala Yara, pero no hay que llegar a ser como Ud me dice falto de informacion cuando participo de las lecturas y discucion de los planes y de las reuniones en la Polivalente, de los estudios de factibilidad para los proyectos provinciales y municipales, lea, lea a los otros como Marlon, Aliandys, El Pipa, Lalo Tejeda, Mirta que quuizas caminen a pie por la ciudad y vean los que no se esconde porque es la vida cotidiana del ciudadano de a pie, es cierto que el Camilo Cienfuegos no se acaba, pero Ud. no cree que con menos dinero y mas creativivda una buena reparacion no hubiera resultado mas factible en Coppeelia y si la terminacion definitiva del Hspital, tambien es mentira o falta de información quenadie le tira a las indisciplinas de los mal llamados cocheros, esos que manipulan los animales hasta el cansancio y desfallecen en las calles por exeso de trabajo, es mentiras o falta de informacion que si cada quien de los centros de los servicios desempeña la actividad para cual fue creado no se hace neseario sacar los servicios cada fin de semana a la calle y que los centros queden semivacios, es mentira todo eso, lo que pasa que el que se siente espiriuano de verdad, le duele hasta los tuétanos que desbaratemos una ciudad con mas de 500 años y quela lengua se caiga de repetir la verdad y que personas que tengan que intervenir sigan queriendo ser ciegas e insencibles a la realidad, me disculpa querido Lazaro, no es pesimismo, es mas de lo mismo, es agotamiento, es luchar por tener una ciudad mas bella, es tratar de cambiar la mente de gente como ud que no llama la verdad por su nombre aunque duela…………..NUESTRO VINO ES AMARGO, PERO ES NUESTRO VINO…….mi ciudad con todos esos males es mi ciudad, y yo soy SERALMABAR……..muchas gracias.