Lavrov demanda escuchar clamor mundial contra el bloqueo a Cuba

El fracaso de las sanciones unilaterales hace rato quedó demostrado con el ejemplo del bloqueo de más de 50 años impuesto por Washington contra la isla, por cuya eliminación inmediata se pronuncian prácticamente todos los miembros de la ONU, afirmó.

‘Ya es hora de escuchar ese clamor’ en el orbe, declaró el jefe de la diplomacia rusa, al intervenir en la 72 sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas, citado aquí por la prensa.

Lavrov también consideró que la única solución al diferendo en torno al programa nuclear de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) es el diálogo.

Así, la histeria bélica contra la RPDC es una práctica sin salida y negativa, estimó el diplomático ruso, en referencia a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de destruir a la nación asiática.

El titular ruso del Exterior estimó, además, que será necesario poner, en el marco de la ONU, un freno a la tendencia creciente en Occidente para justificar el fascismo y sus colaboradores, con negativas revisiones de la historia.

Será necesario poner fin a prácticas que llevan al camino del neofascismo, el extremismo, la xenofobia y el revanchismo, declaró.

El ministro ruso se refirió a la propuesta del presidente Vladimir Putin de una misión de cascos azules de la ONU para acompañar a los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa en el sureste ucraniano.

Rusia intentó durante el último cuarto de siglo dejar atrás la herencia de la guerra fría y respetar los principios de no injerencia en asuntos internos de otros países, respeto mutuo e igualdad entre los pueblos, destacó Lavrov.

Sin embargo, esa posición carece de correspondencia alguna en Occidente, sobre todo cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte intenta reproducir el ambiente de la guerra fría, apuntó.

El jefe de la diplomacia rusa recordó que el pasado año la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución de rechazo a la práctica de los golpes de estado como vía para cambiar gobiernos y la injerencia en los asuntos internos de naciones soberanas.

Además, la resolución llamaba a excluir de la práctica internacional los intentos de presión ilegítima de un estado sobre otro, incluida la extraterritorialidad de sus leyes, destacó.

Pero contra esa resolución estuvieron los mismos países que intentan dominar el mundo, en detrimento de la Carta de la ONU, e imponer su modelo de desarrollo y sus valores a otros estados y pueblos, como parte de una lógica unipolar, denunció.