Llovió en Sancti Spíritus

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Después de varias decenas sin precipitaciones, este martes cayeron 24 milímetros de lluvia en la capital de la provincia espirituana

Tras varias decenas sin que se produjeran precipitaciones en la ciudad de Sancti Spíritus, en la tarde de este martes cayó un aguacero rápido y con ráfagas de viento, en total unos 24 milímetros en alrededor de media hora, hecho que produjo un alegrón en los habitantes de la capital espirituana, duramente castigada por la actual sequía que se prolonga por casi siete meses.

Este lunes la alegría fue para los fomentenses, pues las tierras resecas de ese municipio montañoso recibieron 49 milímetros que, si bien significan poco para los manantiales de una decena de pozos de abasto a comunidades rurales, que se encuentran agotados, indudablemente tiene un valor significativo para el sector agropecuario.

De acuerdo con los controles de Recursos Hidráulicos, hasta el cierre de este lunes la provincia acumulaba 24.6 milímetros de lluvia, que significa el 38 por ciento de la media histórica del mes,  que es de 69 milímetros. Los municipios más favorecidos hasta el momento son Fomento con el 59 por ciento del promedio histórico en el mes, Trinidad con el 49 y Yaguajay el 47 por ciento.

Los nueve embalses de la provincia almacenan este martes 176 millones de metros cúbicos de agua. Esto represente solamente el 14 por ciento de la capacidad de las presas. La Zaza, que puede contener 1 020 millones de metros cúbicos, solo tiene en su vientre 113 millones, para el 11 por ciento. De las presas de abasto a la población, muestra todavía una situación favorable la Tuinucú, con el 64 por ciento de llenado. Lebrije, con el 10 por ciento, no resiste una prolongación de la sequía más allá de tres meses y Siguaney no entrega agua por la obra de toma desde el 17 de marzo pasado.

Entonces la provincia tuvo que  montar en tiempo récord una estación de bombeo en el río Tuinucú, que permite abastecer, a través de la conductora habitual, a los poblados de igual nombre, Zaza del Medio y Siguaney,  y al Combinado Industrial Río Zaza, que se vio obligado a paralizar sus operaciones durante varios días por la carencia de agua, cuando se agotó la presa que lo abastecía.