Las escasas floraciones malograron la producción apícola en el territorio que cerrará el año con niveles por debajo de lo previsto
Si utilizamos una palabra de los propios apicultores se puede concluir que el 2017 ha sido un año malo para la producción de miel en Sancti Spíritus, pues pese a que las abejas no faltaron al trabajo de todos los días ni los productores dejaron de hacer su parte, la escasa manifestación de las floraciones durante todo el período resultó un obstáculo insuperable que dio al traste con que el territorio cumpla el acopio contratado del rubro exportable en alrededor del 60 por ciento.
Aunque de septiembre para acá todos los caminos conducen a Irma, en terrenos de los apiarios hay que mirar atrás, recordar la recia sequía que padeció la provincia con un impacto bien marcado en esta actividad, y luego los tradicionales traslados de las dotaciones hacia la costa fueron en muchos lugares un paso en falso.
Nelson Luján Pérez, director de la Unidad Empresarial de Base Apícola Sancti Spíritus, explicó a Escambray que las floraciones del mangle —una de las más determinantes— no arrojaron los rendimientos esperados, al extremo de que se movieron cerca de 7 000 colmenas, prácticamente la mitad de la dotación, y de ellas unas 5 000 no produjeron miel.
Cuando el calendario se acercaba al trimestre final del año, —considerado el período óptimo de la cosecha—, llegó el huracán que provocó la muerte instantánea del 33 por ciento del parque de colmenas y causó la devastación total de las floraciones.
El negativo impacto fue mayor porque en Yaguajay se concentra un tercio del plan de miel de la provincia y se sabe que resultó el territorio más golpeado por el ciclón, de ahí que la recuperación total —un proceso a largo plazo— de este municipio se pronostica para marzo o abril, según comentó Luján Pérez.
La fuente añadió que, debido a las afectaciones provocadas en esta actividad, la provincia no cumple su compromiso, pues debe cerrar el año con unas 450 toneladas de miel —de 715 planificadas—; no obstante, con esa entrega el territorio figura entre los que más aportan a nivel nacional, a la vez que consigue un rendimiento de 55 kilogramos por colmena, mientras la media del país es de 53.
Informó Luján Pérez que de las 2 386 colmenas destruidas por el huracán se reportan recuperadas al cierre del año unas 1 500, en tanto la Apicultura trabaja en la creación de nuevas dotaciones y en los movimientos desde la zona norte hacia otros lugares de la provincia.
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