Lula da Silva consideró ridículo »que un gobierno golpista, ilegítimo y enemigo de su propio pueblo» como el de Temer quiera dar lecciones de democracia a Venezuela
Infelizmente, Brasil no tiene hoy ninguna autoridad moral para ayudar a encontrar una salida a la crisis en esa nación, manifestó el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) en entrevista exclusiva concedida al periódico Brasil de Fato durante la caravana con la cual comenzó a recorrer nueve estados del Nordeste del país.
Lula recordó que en 2003, cuando Venezuela vivía una crisis semejante, él mismo propuso la formación de un grupo de países amigos, bastante plural, que acabó contribuyendo al restablecimiento de la normalidad y la paz.
Cuando tengamos nuevamente un gobierno democrático, ‘Brasil podrá volver a colaborar sin interferencias indebidas en la soberanía de los vecinos, para consolidar la paz y la estabilidad democrática en América del Sur’, remarcó.
El mayor líder popular y Presidente mejor evaluado en la historia de Brasil se refirió asimismo a las amenazas de intervención militar lanzadas contra Venezuela por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, las cuales consideró ‘inadmisibles’ no solo en ese caso, sino contra cualquier país en cualquier región del planeta.
Venezuela -subrayó- tiene derecho a la autodeterminación. Es el pueblo venezolano el que debe decidir libremente el destino del país.
Si hay una crisis institucional, ‘que se busque superarla por medio del diálogo y de la negociación política, pero respetando siempre a los gobernantes que fueron electos por el voto popular, dentro de las reglas democráticas’, como era el caso del presidente Hugo Chávez y lo es el de Nicolás Maduro, acotó.
De acuerdo con la propia publicación, el Comité Brasileño por la Paz en Venezuela está convocando para mañana a la realización en todo el país de actos en solidaridad con el pueblo y el gobierno bolivariano, y en repudio al cerco del gobierno de Donald Trump.
Están confirmadas manifestaciones en Brasilia, Recife y Río de Janeiro y debates en las ciudades de Salvador de Bahía y Cui, anticipó.
Representantes de movimientos sociales y de algunas pastorales de la Iglesia Católica, junto con la coordinación latinoamericana de la Asociación Ecuménica de Teólogos/as de Tercer Mundo (ASETT), dieron a conocer la víspera aquí una declaración de solidaridad con la República Bolivariana.
El documento manifiesta que en Venezuela existe ‘una auténtica y genuina democracia participativa’ y quien irrespeta el proceso democrático no es el Gobierno sino la oposición, que recurre a métodos violentos y crea inseguridad e inestabilidad social.
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